LA TORRE DE SAN MARTÍN Y EL ESPECTÁCULO CON MOTIVO DE LA INAUGURACIÓN DEL OCTINGENTÉSIMO AÑO DE LOS AMANTES DE TERUEL
(Tormenta en un vaso de agua)
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De la misma manera que hay “jueces
estrella” hay, “arquitectos estrella” y son, todos lo saben, aquellos que
quieren destacar, “dar tres cuartos al pregonero”, en asuntos que llaman la atención
del ciudadano. En el caso que tratamos aquí, frente a un espectáculo que fue
grato a los ojos de la gente y que circuló por la red de forma continua y multitudinaria,
hay que dar la nota. ¡Grandes aspavientos! ¿Qué daño han sufrido las torres?
Nada en absoluto. Pero, sucede, que el mudéjar va a la baja y los Amantes al
alza. Hay que armar jaleo… Luego, cuando la gente no está advertida, cae en la
trampa. El Director General de Patrimonio del Gobierno de Aragón tercia en el
asunto. Así andamos, dando bandazos y en la más absoluta indigencia, de gestión…
y de lo demás.
Puedo hacer una lista, a mano alzada,
de monumentos con diferente título de catalogación sobre los que no se hace
nada de nada. Construcciones que han pasado de ser: Monumento Nacional, a Bien
de Interés Cultural, A Bien Catalogado del Patrimonio Aragonés, a edificio en
ruinas y, finalmente, han entrado en la
LISTA ROJA DEL PATRIMONIO ESPAÑOL.
Puedo hacerle otra lista, a mano alzada,
sobre monumentos que se caen a pedazos. Puedo hacerle, también, un resumen de
los kilómetros de tinta y los miles de dineros gastados en reivindicar asuntos
de patrimonio que tienen “cuota electoral” pero que no tiene en la práctica
ninguna efectividad.
En fin, el Ayuntamiento de Teruel tiene
sus gestores y sus regentes que sabrán lo que es mejor para la ciudad en cada
caso. ¿Se puede opinar? desde luego. ¿Se puede criticar? sin ninguna duda.
Pero, se puede armar escándalo, cuando no lo hay… todo por la insana envidia. También
se pude hacer esto, sin la menor duda, se puede hacer. El único problema es que queda uno retratado. Mal asunto cuando
se hacen las cosas por electoralismo, por envidia, por destacar, por descollar
y no se atiende a la mesura y al comedimiento.Ya lo decía Tirso de Molina: "LA PRUDENCIA EN LA MUJER."
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