LA RATITA PRESUMIDA
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Era una ratita muy, pero muy
presumida, que todos los días se colocaba un lacito rojo en la cola y, luego, salía a la calle con una escoba y un badil
para barrer y recoger la basura que dejaban las otras ratitas delante de su
puerta. ¡Que limpia y aseada es la ratita presumida! Decían, siempre, sus
vecinos al pasar por delante de su puerta. Pero un día llegó otra ratita al
barrio y fue e ver a la ratita presumida. Llamó a la puerta y, ésta, le abrió.
¡Hola ratita, ¿puedo pasar a ver tu casita? ¡¡ Sí, sí, pasa!! Y la otra ratita
comprobó en persona que la ratita presumida no era limpia y ordenada como
quería hacer creer… Tenía la basura debajo de las alfombras y tiraba los restos
de la comida en los rincones de la casa.
Había una vez una comarca muy, pero
muy presumida, que todos los días salía en los medios de comunicación diciendo
que tenía el pueblo más bonito de España. Esta comarca colocaba en carreteras y
sitios estratégicos, monumentales carteles y rótulos, señalando las bellezas
naturales y los “Espacios y Tesoros” que poseía. Pero un día, “otra ratita”
llegó a esa comarca y vio, nada más entrar en ella, junto al Centro de
Interpretación del Acueducto Romano de Gea de Albarracín una gran escombrera.
Esto no es bonito, pensó la ratita… ¿Y si por toda la comarca existieran “alfombras”
debajo de las cuales se escondiera la porquería? Así que la “otra ratita” quedó muy preocupada
por lo que había visto. Y se propuso descubrir, en aquella comarca que tenía el
pueblo más bonito de España, la suciedad que había debajo de “las alfombras”.
ESCOMBRERA EN GEA DE ALBARRACÍN
ESCOMBRERA EN GEA DE ALBARRACÍN