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jueves, 31 de mayo de 2012

Mayo2012/Miscelánea. SANTA QUITERIA EN JARQUE DE LA VAL

22 de mayo 2012
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GOZOS A SANTA QUITERIA
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JARQUE DE LA VAL
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Quiteria noble y hermosa
Sois de Jesús muy amada
Sednos con Dios abogada
De la rabia contagiosa.
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Quiteria a Jarque viniste
De tal manera asombrosa
Tan galante y generosa
Esta villa os elegiste.
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Para ampararla quisiste
Ser patrona milagrosa
Sednos con Dios abogada
De la rabia contagiosa.
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Mayo2012/Miscelánea. JARQUE DE LA VAL

JARQUE DE LA VAL
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Jarque o Exarque significa en árabe colono morisco y es un pueblo pequeño pero acogedor. Se sitúa alrededor del cerro llamado Torrejón, por delante tiene el río de la Val y por detrás y en lo alto, a Santa Quiteria en la Sierra de San Just. Muchas cosas llaman la atención del lugar y sin duda alguna, una de ellas es la iglesia en ruinas. Pero la torre ya está cubierta y con su veleta correspondiente y el resto del edificio apuntalado para evitar su deterioro, pues carece de tejado. Justo al lado de la iglesia se encuentra el Ayuntamiento, un edificio singular declarado BIC, de traza renacentista con tres arcos abriendo la lonja al exterior. Desde luego, es una de las casas consistoriales más sencillas y bellas de la provincia. El Calvario es de una abrumadora belleza por la composición de los peirones subiendo un cerro, no muy elevado, de caliza con plantas aromáticas cubriéndolo con flores menudas. Desde el Calvario se divisa, en lo alto, la ermita de Santa Quiteria. Esta ermita es tosca en el exterior, pues aquí si se puede decir con toda propiedad que está “batida por todos los vientos”, sin embargo, el interior, aunque sin ventanales se torna gótico y se ilumina dejando la puerta abierta, todavía no ha llegado la luz eléctrica. Otro espacio interesante son los viejos pajares, todos iguales y alineados, forman al sol rojizo de la tarde una estampa deliciosa. Tiene el pueblo casa de turismo rural muy bien restaurada y guardando el estilo arquitectónico del lugar. Desde lo alto de Santa Quiteria se ve la amplitud del valle o Val que ha labrado el río y como lanzados en sementera, los pueblos: Mezquita, Cuevas de Almudén, Jarque, Hinojosa de Jarque, Cobatillas y ya no se ve, ni alcanza la vista, al barrio de Santa Bárbara, ni Aliaga, por donde pasa el Guadalope o río de los lobos. En la vieja entrada al pueblo tenemos el lavadero, una fuente y dos ermitas, una de ellas  hace de parroquia actualmente. Un poco más adelante damos con el centro multiusos y el bar, donde siguen parando cantidad de viajeros a almorzar. Ha facilitado el Ayuntamiento la construcción de unos silos para el grano, pues las tierras, aquí, son frescas y suele haber buenas cosechas. Los pastos son también muy buenos y dan un excelente queso, aunque la fábrica de los mismos no esté ubicada en Jarque. Es media tarde del 22 de mayo e iniciamos la subida al cerro para visitar a la santa. En un coche se sube la imagen cocida en cerámica roja, el jamón, el tomate y el pan para la merienda popular. Arriba y durante la misa se desatan todos los vientos de San Just, la fuerza es tremenda, pero la ermita, en otras ocasiones, ha resistido mayores furias.
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Plumilla de J. Monzón.
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miércoles, 30 de mayo de 2012

Mayo2012/Miscelánea. AGUILAR DEL ALFAMBRA ( I I )

Mostramos aquí el resto de fotografías de este bello pueblo del alto Alfambra.
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Capturando la fotografía y ampliándola se puede leer toda la información del panel.
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Fuente y zariche o pilón.
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La parroquial dedicada a San Pedro Apostol.
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martes, 29 de mayo de 2012

Mayo2012/Miscelánea. Semana de San Fernando.

Con este emotivo cartel y un amplio programa de actos, Interpeñas celebra las desparecidas Ferias de San Fernando que se suspendieron, dicen, por la lluvia que impedía el normal desarrollo de las corridas de toros.
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Mayo2012/Miscelánea. AGUILAR DEL ALAFAMBRA ( I )

AGUILAR DEL ALFAMBRA
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No quisimos entrar en Jorcas por la misma razón que Cervantes, en la segunda parte del Quijote, no quiso que el hidalgo caballero de la triste figura entrara en Zaragoza. Por esa  razón el hidalgo castellano  llegó a Barcelona y nosotros a Aguilar del Alfambra.  El a caballo y, nosotros, a lomos de un potente vehículo a motor terminamos a  la sombra de la lonja del Ayuntamiento o Casa Lugar desde donde puede verse, por uno de sus ojos, la volátil imagen esculpida en hierro, obra de José Gonzalvo, del Águila que da nombre al lugar. Como un Águila  voló de este municipio en busca de un futuro mejor el padre de don Vicente Blasco Ibáñez. De aquí eran natural el padre y le acompañaba su mujer que era también aragonesa, pero natural de Calatayud. El hijo, Vicente, ya nació en Valencia. Sin embargo el Águila de Aguilar no está en actitud de despegar, sino de posarse, y los hace en estos jardincillos que ahora contemplamos. Sólo por este Don, de haber dado a la historia de la literatura universal la gloria de este escritor, merecería salvarse este municipio en el juicio final de las letras españolas. El pueblo se hizo aragonés por la conquista de Alfonso II en 1170 (XII) y pesa sobre él y sobre su incierto origen la leyenda de “El Bayo”, por otra parte tan común en Aragón. Aguilar  (y no Aliagar) del Alfambra, nunca sabremos su topónimo cierto, es su nombre actual que queda rimbombante y muy expresivo. Esta aldea perteneció a la Comunidad de Teruel hasta 1711 y ya, siendo lugar, en el año de 1770 construyó la iglesia actual dedicada al Apóstol San  Pedro, cuya fiesta se celebra el día 29 de junio. La puerta de entrada al templo tiene un hermoso arco triunfal y el interior es barroco, cosa muy común en estas tierras aragonesas del sur. El templo fue desmantelado en la Guerra Civil de 36 al 39 por los rojos y sólo se conserva de la etapa anterior un retablo pequeño del siglo XVI. La torre, cuyo último tramo es de ladrillo y base octogonal se enseñorea sobre unas 90 casa más una nueva urbanización de apartamentos turísticos que hay a la espalda de la iglesia. La mayor curiosidad, de dicha torre, son unos bajorrelieves hincados con posterioridad a su construcción en su parte frontal y que parecen datarse del siglo XVI: representan a un abad y a san Cristóbal con el niño al hombro. No dejéis de visitar la fuente y zariche junto al lavadero, todo al lado de la carretera. La fuente es muy potente y de fresquísimas y saludables aguas, hasta el punto de llegar “ex profeso” de otros pueblos a cogerla en garrafas para el consumo diario. Muy cerca está el “Multiservicio” rural y dos niños emigrantes que jugaban solitarios y que van al colegio de Cedrillas. El pueblo tiene señalados los senderos, el alcalde hace encuentros de historia local y hay una plataforma contra la explotación de las minas de arcilla. De las tres ermitas que tiene la más famosa es la del Cristo en dirección a Ababuj obra del siglo XVIII. Tiene el pueblo, sin embargo, edificios singulares como la Casa de los Muñoz de planta cuadrangular con linterna y la de los Blasco Ibáñez. Decimos adiós a la amplia vega del Alfambra que se observa tras el hondear de una bandera de España colocada en una casa frente a la puerta de la iglesia.
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Obra de José Gonzalvo, de Rubielos de Mora.
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lunes, 28 de mayo de 2012

Mayo2012/Miscelánea. ALLEPUZ

ALLEPUZ
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Con un sentido parecido al de la ruta de la seda existió en la Edad Media, en el Sur de Aragón, la RUTA DE LA LANA. Al lugar de Allepuz llegaba la lana de la Sierra de Gúdar, la de Albarracín a través de Alfambra (bastión de la taifa de Albarracín) y el puerto Escoriolo y llegaba, también, la lana de Molina y del Jiloca por Bueña, Visiedo y Galve. Desde Allepuz las reatas seguían ruta hasta Cantavieja y finalmente al mar. Los reyes (Jaime I) viajaban por la RUTA DE LA LANA y hasta San Vicente Mártir (patrón de Valencia), todavía en la época romana, hace ya esta ruta cuando desde Monreal gira por Bueña, toma el Campo de Visiedo hacia Allepuz y más adelante el Forcall para llegar, finalmente, al mediterráneo. No en vano en la Edad Media los caminos eran peligrosos y a las gentes les gustaba agruparse para hacer el camino unidos a los comerciantes. Quiere esto decir que desde muy antiguo la ruta estaba consolidada. Para comprender la importancia de la lana en el medioevo baste decir que el comercio de la lana llegó a poner y quitar reyes, como sucedió en el Compromiso de Caspe, con el voto catalán (un único voto determinó la elección de Fernando de Antequera). La pérdida de importancia de la lana sustituida por otras fibras, la despoblación, el abandono del medio rural y la desmemoria de las nuevas generaciones ha hecho que casualmente se haya convertido en noticia el hallazgo del CAMINO DE LOS PILONES, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno de Aragón. Estos pilones señalaban el camino por donde hacían la ruta las caravanas de mulos y burros acarreando la lana en interminables filas. Hay pilones en el Pobo para señalar el paso de la sierra de Castelfrío y los hay en Allepuz para atravesar Sollavientos. Queda pues patente el papel de esta población como cruce de caminos a lo largo de la historia. Allepuz conserva significativos edificios como señal de un importante pasado rico en el comercio, en la ganadería y en la unidad de explotación agropecuaria que era la Masía. Formaban el ente de población, el propio lugar con 187 casas según el Madoz a finales del siglo XIX,  además de otras 40 Masadas inclusas las de Caudé y Sollavientos extendidas por un término municipal que junto a Gúdar constituye un macizo y compacto territorio. A Allepuz llega el río Sollavientos que desemboca en el Alfambra y labra una preciosa cuenca hasta llegar a Teruel. Allepuz poseía batanes, molinos, bosques maderables de magnífico pinar, minas de carbón de piedra y ricas heredades, en referencia a las Masías. Pero Allepuz se asienta en un lugar poco apropiado y ha sido calificado como uno de los peores asentamientos urbanos de Aragón. No obstante el lugar debió ser el indicado en su día y así tenemos ahora, junto a la carretera, uno de los mejores Loretos que he visto, datado en el año 1692. La ermita de santa Isabel (1546), que visitaremos pronto, junto a uno de los “cubos” donde se dice que nacía el Alfambra y ahora se llama río Sollavientos. La iglesia de La Purificación es un edificio impresionante de estilo barroco fechado en el año 1771. Fue desmantelada en la Guerra 36-39 y sólo han quedado unos angelotes dieciochescos y un retrato neoclásico dedicado a San Antonio Abad del siglo XIX. La hospedería no es otra cosa que un palacio fascinante construido en piedra sillar entre los siglos XVI y XVII, ahora cerrada momentáneamente. En el lugar se sostienen buenas casas y la del Ayuntamiento con su lonja renacentista no es menos buena, también es de reseñar una fuente situada junto a la hospedería de curiosa factura. La torre, situada a los pies del evangelio está formada por cuatro cuerpos de piedra de cantería con el remate en ladrillo. Junto a la torre la Fonda de Paquita y justo al lado se mantiene una casa tradicional encalada, de gusto y funcionalidad serrana. Terminamos comiendo en el restaurante La Liala, palabra aragonesa que se refiere a la merienda que se pacta en los contratos de compraventa entre particulares. Muchas otras curiosidades tiene Allepuz de la historia media, como esa en que se citan a tres naturales del lugar, en un privilegio, por acompañar a Jaime I en la conquista de Valencia (bajar al reino). Desde Allepuz te dejas caer tranquilamente río abajo hasta Jorcas primero y Aguilar después.
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domingo, 27 de mayo de 2012

Mayo2012/Miscelánea. GÚDAR

GÚDAR
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Gúdar tiene a santa Bárbara por titular de su templo neoclásico construido en el siglo XVIII, el Rancho Grande, como atracción para el viajero que quiera comer o tomar un refresco y la Fiesta de la Amistad, el 22 de agosto, para todo el que quiera acercarse hasta aquí sin complejos. Tiene la ermita de la Magdalena, pero se cita poco la hermosísima ermita de Santa Quiteria. Además, Gúdar, tiene el nacimiento del río Alfambra y los famosos “Caños de Gúdar”, en medio de unos paisajes inigualables. En un enclave singular, este municipio de Teruel, goza de muchos atractivos para el turista, desde rutas a pie, frescas fuentes, pistas de esquí y abundante y sabrosa gastronomía. Poco le falta a Gudar para satisfacer las apetencias del turista o mejor dicho del viajero que quiera conocer la esencia de la Sierra de Gúdar. Nosotros quedamos encantados con la gente, muy amable, que sabe del buen trato y de la exquisita atención con que debe tratar al viajero que llega hasta esta encumbrada cima. Los gudarenses, que no gudaris, viven a un altura de 1.851 metros sobre el nivel del mar y se llega hasta aquí por dos lugares, o bien por Mora y Alcalá de la Selva, o bien por Allepuz con peor carretera ya que la buena les comunica con la cabecera de la comarca y es, además, por la que llegan los valencianos. Nada más, porque ya hemos hablado en otros capítulos de sus masías/masadas/mases, del barrio Motorrito, de su río Alfambra al que da luz, de sus senderos, de su ermita de Santa Quiteria, de sus pairones, etc. etc.
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