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viernes, 28 de diciembre de 2012

Diciembre2012/Miscelánea. EXPOSICIÓN DE FOTOGRAFÍAS EN EL MUSEO PROVINCIAL DE TERUEL

La exposición se titula "TERUEL EN EL CAMBIO DE SIGLO". Se trata del paso del siglo XIX al siglo XX. Las fotografías son un legado impagable de la familia de Jaime Fernández Fuertes (1852-1928). Puede verse hasta el día, 24 de febrero, del año 2013. Aquí debajo colocamos el reverso de la tarjeta de presentación de la exposición que situará, al lector, en las circunstancias en que se hicieron las fotografías que ahora se exponen.
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jueves, 27 de diciembre de 2012

Diciembre2012/Miscelánea. LUNA LLENA, EL 27 DE DICIEMBRE DE 2012


Imagen de la Luna, sobre las 17:30 horas, por las Serratillas.
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Hacia las 17:45 horas
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Diciembre2012/Miscelánea. CASTRALVO ( V ) EL URBANISMO

LA CHAPUZA TOTAL
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Si sueltan a doscientas familias, más o menos, en un entorno próximo a una ciudad y las dejar hacer a su antojo. No pones normas urbanísticas. No señalas que suelo se dedicará a cada actividad. En definitiva, si no das normas ni vigilas las actuaciones urbanísticas, tienes, ni más ni menos: CASTRALVO. Eso es Castralvo, un desastre urbanístico sin paliativos. Ya, Ricardo Eced, siendo Alcalde de Teruel dijo en una ocasión con motivo de una visita que hizo a este barrio: “Aquí salen las casas como hongos”. El Ayuntamiento no tenía constancia oficial de lo que se estaba haciendo y, sin embargo, lo sabía perfectamente. Un almacén, un solar con chatarra, una casa derruida, un bloque de viviendas, un chalet de lujo, un huerto, una urbanización fantasma, un barranco escombrera… Lo que sí se ve y con profusión son vallas, vallas altas y fuertes, reforzadas con ciprínidos para aislarse del exterior. No verás, consecuentemente, mucha gente en las calles. Todos están dentro de su cerca, de sus anchas casas: “Mira que anchuras tenemos”, te dicen, cuando te enseñan con orgullo su “terreno”. Todo este disparate te lleva a que en el núcleo del barrio de Castralvo no haya apenas vida social. Es bueno dicen, este lugar, porque puedes soltar al perro sin problemas. ¿Y ahora qué? Después de este desastre ¿quién se compra una casa aquí? El que ha invertido su dinero, si lo quiere recuperar, a perder. Resulta pues que, visto lo visto, el que haya una política urbanística, por mala que sea, puede ser el mal menor.
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Diciembre2012/Miscelánea. CASTRALVO ( I V ) INTERIOR DEL TEMPLO

EL BARROCO DE CASTRALVO
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Cuando el hombre superó la Era de los mitos, de los dioses y de los gigantes. Mucho antes de que Peñalva de Villastar quedara obsoleta y fuera vendida por cuatro pesetas a los catalanes (Juan Cabré mediante). Hubo un tiempo en que los hombres amaron la luz y nació el gótico. Pero el gótico apenas podemos verlo por estas tierras. Sí que es verdad, que hay bellos ejemplares de gótico mediterráneo, pero no es lo sustancial del arte de nuestra tierra. Pocos ejemplos de estilo renacentista, también. Es el barroco, sin embargo, quien empapa todas las células del patrimonio artístico turolense. Es un arte, no para la contemplación, sino para exaltar a Dios. El barroco ha permanecido, a menudo, oscuro y despreciado en iglesias lóbregas y húmedas. Sin embargo, el color estaba esperando. Cuando se ilumina con luz eléctrica una cúpula barroca, ésta, desprende una amalgama completa de matices perfilando, con suavidad, las líneas que van graduado esa sinfonía  de colores finísimos que se superponen apenas, uno con el otro. Capiteles que florecen como rosas en abril. Lunetos que se proyectan sobre las bóvedas. Bóvedas que envuelven el templo como un jardín florido. Todo en el barroco es atracción y fuerza. La singularidad de este arte te atrapa y cautiva. Eso sucede cuando entras en la iglesia de Castralvo. La entrada al templo es un túnel que te lleva a otra dimensión. Los colores en esta iglesia han sido elegidos con cuidado y a la vez han ido combinando, los verdes, amarillos, marrones, grises, blancos  y azules de forma sorprendente. El complemento a todo este despliegue multicolor estaba en los retablos que hacían de culminación y fin del transito artístico- espiritual. Pero los retablos ya no están. Todo fue pasado por la fuerza purificadora de las llamas en la pasada Guerra Civil (36-39). Un patrimonio irrecuperable que, además, nadie puede disfrutar. ¡Menudo negocio hicimos!
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Diciembre2012/Miscelánea.CASTRALVO ( I I I ). ERMITA DE SANTA ANA Y LOS TÚMULOS DE LOS GIGANTES LLEU Y ENGUS.

LAS TUMBAS DE DOS GIGANTES
(Lleu y Engus)
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Lleu (el de la mano firme) era un gigante que reinaba sobre la parte norte  de los turboletas. Engus (el hijo del dios Dagda) lo hacia de la misma forma en la parte sur. Los habitantes de Túrbula no estaban dispuestos a tener dos reyes ni a permanecer por más tiempo divididos. Convocaron al jefe de los druidas para plantearle el problema y ver que solución era la más idónea. El druida, que era un hombre sabio, dijo: no permitiré que el pueblo se desangre en una lucha para elegir un único rey. Que sean Lleu y Engus quienes luchen y que la suerte de la misma dé como único soberano a uno de los dos gigantes. El pueblo admiró la sabiduría del druida y seguidamente le preguntaron, cómo sería tal lucha. A muerte, dijo el mago. El combate terminará cuando uno de los dos gigantes muera. La lucha, según cuentan las viejas crónicas de los celtas fue de la siguiente manera. El druida permaneció sentado en el pico de Santa Ana (antes santuario Celta) y, ambos gigantes, se situaron sobre las dos grandes montañas del reino de Túrbula. Lleu subió a Peñarroya (más de 2.000 metros de altura) y Engus subió sobre Javalambre, también  de la misma altura. Al alba y al tercer sonido del cuerno, los dos gigantes bajaron de sus respectivas montañas. Corrieron por los bosques y páramos del reino de los turboletas hasta encontrase en las inmediaciones de Castrum-Álbum (actual Castralvo). La lucha fue a mazas y los golpes sobre la tierra la hicieron abrirse en canal y formarse simas. Otros golpes dejaban hondonadas que con el tiempo se cubrieron de agua formando lagunas: Tortajada, Bezas, Almohaja, Gallocanta, El Cañizar, etc., etc. La lucha fue tremenda y duro siete día de sol a sol. Por las noches, los gigantes descansaban y reponían fuerzas. Los turboletas les preparaban, en grandes hogueras que ardían por toda la llanura de Castrum-Álbum, toros y carneros asados que comían regados con el mosto de las viñas que los Belos cultivaban en Bel-Star (Villastar). Al octavo día los dos gigantes cayeron agotados sin que el druida viera el final del combate, cierto. Durmieron, los gigantes, durante otros siete meses y volvieron a este enfrentamiento feroz, de nuevo, otros siete días. El tiempo pasaba y la lucha parecía no tener fin, por el contrario, la reserva de comida se iba agotando. Escaseaban ya los animales salvajes y no quedaban domésticos. En la séptima noche de combate mandó el druida preparar doble ración de mosto de uva fermentado. El alcohol hizo que los gigantes entraran rápidamente en un profundo sueño. Tomó, entonces, el druida jefe un elixir mortífero y lo vertió en los oídos de los gigantes que, pasada aquella noche, dejaron de respirar. El pueblo de los turboletas eligió, ahora con toda certidumbre, nuevo rey en la figura del druida y las dos mitades del reino se unieron para siempre. Los gigantes fueron sepultados en dos túmulos (lógicamente enormes) que todavía pueden verse desde la ermita de Santa Ana. Y para que quede verdadera fidelidad de este relato, en la fotografía adjunta se pueden ver, con toda nitidez, dichas sepulturas. Ningún mortal ha intentado hasta ahora excavarlas. 
El nuevo rey de los turboletas fundó una nueva ciudad que se llamó Túrbula durante cientos de años, hasta que los tiempos y la decadencia del reino permitió que fuera invadido por los sarracenos, desde entonces cambió el nombre por Tirwal.
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Auténticos túmulos funerarios de Lleu y Engus en Castralvo.
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Montaña de la que partió Engus.
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