LA CAPILLA DE LOS SANTOS REYES EN LA CATEDRAL DE TERUEL
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Se encuentra situada, a mano derecha, nada más entrar por la puerta principal de Santa María de la Mediavilla. Primitivamente estuvo dedicada a Santo Tomás de Canterbury y su primer patronazgo fue de Pascual Serrano. En el siglo XVII, una poderosa familia turolense retoma la obra y la reconvierte en la CAPILLA DE LOS SANTOS REYES. Se trata de don Baltasar Sebastián de Arroyta, obispo de Tarazona que el año 1637 presenta el proyecto de una obra que terminaría en el 1657. Para conocer en detalle quién es esta noble familia turolense hay que irse al número 10 de la revista Xiloca, en los tiempos cuya dirección correspondía a Don José María de Jaime Lorén. En la página 95 viene el artículo titulado: EL DUQUE DE LA PALATA*: DE TORRELACARCEL A VIRREY DE PERÚ, escrito por Manuel Fuertes de Gilbert Rojo (Barón de Gavín).
Dice el resumen del artículo: “Entre las figuras aragonesas que, desde 1492, intervienen de forma importante en América, destaca don Melchor de Navarra y Rocaful, nacido en Torrelacárcel (Teruel) y Virrey del Perú en el siglo XVII.”
¿De dónde viene el obispo de Tarazona? Pues se señala con toda claridad en la página 105 lo siguiente: Dorotea Navarro, abuela del Virrey se “bautizó en Ródenas, localidad próxima a Torrelacárcel, en la Sierra Menera, el 15 de febrero de 1548 y casó con Domingo Navarro de Visiedo.
Estos cónyuges tuvieron a Baltasar y a Melchor. Baltasar estudió en Salamanca, fue Canónigo-Sacristán en Teruel, Auditor de la Sacra Rota, Regente en el Supremo de Aragón y Obispo de Tarazona donde murió. Labró y edificó en la Catedral de Teruel la magnífica Capilla de los Santos Reyes, importantísima en la historia y secuencia documental de la familia del Virrey.”
Una vez terminada debió de ser uno de los mejores espacios sacramentales de la Catedral. Hasta aquí llegaron reliquias de: San León, San Eugenio, San Alejandro, San Jacinto, Santa Margarita, Santa Jerónima, y Santa Escolástica. Y también, parece normal que el pintor del retablo fuera de Tarazona donde residía el patrocinador.
EL RETABLO:
Del libro Las Catedrales de Aragón editado por Ibercaja.
“Dos cuerpos y tres calles presenta el retablo, y lo estructuran columnas salomónicas, recubiertas de vid y amorcillos trepadores. La iconografía del retablo es netamente mariana, apareciendo en el tema central un enorme lienzo de la Epifanía, copia del cuadro de Rubens (1610) del Museo del Prado; fue autor de la copia como el resto de los lienzos el pintor de Tarazona Francisco Jiménez. La calle central tiene el tema habitual de la coronación de la Virgen, flanqueado por columnas melcochadas, situadas en distintos planos, con cariátides y las estatuas de las Virtudes. En las calles laterales vemos los temas de la Visitación, Asunción, Purificación y Jesús entre los Doctores: en la predela hay dos temas marianos: el nacimiento de la Virgen y la Huida de Egipto.”
Nota: "La Palata" o La Palada era un impuesto que se cobraba en los mercados. Este impuesto se aplicó en Teruel, por ejemplo, para la construcción del Acueducto de los Arcos.
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