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Nacimiento: 1204 en Portell, Lérida
Fallecimiento: 30 de agosto de 1240 en Cardona,
Barcelona
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El apelativo Nonato hace referencia a las
circunstancias de su
nacimiento por cesárea.
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LA
CORONA DE ARAGÓN
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Los ideólogos
del “renacimiento catalán” (Renaixença) decidieron que la unión del reino de Aragón y el condado de Barcelona mediante
el matrimonio concertado entre Ramón Berenguer IV y doña Petronila se llamaría “Confederación
Catalanoaragonesa”. Los aragoneses a este hecho le llamamos "matrimonio en casa" pues se trataba de darle continuidad a la "casa" real de Aragón. Esta denominación catalana ha sido muy criticada, sin embargo, los
nacionalistas catalanes no cesan en su empecinamiento.
Por
otra parte el nacionalismo aragonés más descafeinado y sutil ha inventado una
denominación que parece tener más éxito en el resto de la península ibérica que
la propuesta catalana. Habiendo sido Aragón un reino, a nadie extraña que se
hable de la Corona de Aragón exclusivamente.
Pero,
¿Qué queremos decir cuando hablamos de Corona de Aragón?: Podemos remitirnos al
reino de Aragón sin más. Podemos señalar que engloba una federación de naciones.
O, por el contrario, estamos hablando de una federación de estados, es decir, de
una confederación.
Los
interesados en el tema saben que lo que se quiere señalar es una confederación
bajo la corona del rey de Aragón de los territorios que se conquistaron en el
mediterráneo. Así pues, si lo que se pretende decir es que la Corona de Aragón
es una confederación de estados, estamos en un error garrafal.
En
primer lugar una confederación es un pacto entre estados. Si los territorios de
la Corona de Aragón son (exceptuando Aragón y Cataluña) conquistados, ya no
vale el termino confederación, pues con los vencidos y conquistados no se
pacta. Es absurdo.
Luego
tenemos otro problema capital y es que, El ESTADO, nace en la Edad Moderna. En la Edad
Media no existía el concepto ESTADO. Y esto, lo sabemos muy bien los
aragoneses, pues en la fórmula de juramento del nuevo rey la nobleza le decía al rey: “Nos,
que valemos tanto como vos, y todos juntos más que vos…”, es decir, que estamos hablando de feudalismo, no había
ESTADO. Para que haya ESTADO tiene que haber una autoridad superior neta, en
estos tiempos un rey. Una ley única para todos sus territorios y, finalmente, un
ejército con el que hacer prevalecer esa ley.
El
ESTADO en España nace con los Reyes Católicos y es precisamente con los Reyes
católicos con los que da comienzo la monarquía absoluta y el concepto teórico y práctico de ESTADO.
Con
el comienzo de la Edad Moderna ya tenemos el ESTADO en ciernes. Un rey con un
poder indiscutible (Isabel y Fernando). Una ley única para todos sus
territorios medievales: la INQUISICIÓN, que Roma pone en manos de los Reyes Católicos y sucesores y,
un ejército estatal, que se forja en la conquista de Granada.
La
prueba de que los tiempos están cambiando se explicita con el asunto de Las Alteraciones
de Aragón en tiempos de Felipe II. La nobleza de Aragón (feudal) ampara a Antonio Pérez
pensando que en Aragón ellos tienen el poder y que, aquí, no podrán tocarlo. El rey Felipe II
utiliza la Inquisición como ley supra territorial es decir como ley única del
ESTADO. Luego manda a un ejército estatal, frente a un ejército (feudal)
aragonés. Finalmente, decapita al Justicia y reduce su poder en el fuero, ya no
será “Justicia Mayor”, será simplemente Justicia. El ESTADO se está
fortaleciendo.
Si
en la Edad Moderna nace el ESTADO, como podemos seguir hablando de confederaciones
de estado en la Edad Media.
Existió
el Archivo de la Corona de Aragón, pero eso es otro tema. No hay que confundir:
se federan las naciones y se confederan los estados.
EL CRISTIANISMO
(El fruto de un fracaso)
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No son pocos los que admiten que el
verdadero origen del cristianismo está en San Juan Bautista. Este Bautista era
el líder de un grupo de judíos que pretendían liberar a su pueblo del yugo
romano (tema recurrente en la historia del pueblo judío). Este grupo era conocido por el apelativo de los nazoreos, es decir de los
elegidos. En este grupo de “elegidos” entra Jesús mediante el rito del bautismo
en el Jordán de manos de Juan el Bautista y, a este mismo grupo, pertenecía
Barrabás.
Juan el Bautista recibe a Jesús (eran primos) con
gran alborozo. Conocía su fama de predicador y lo reconoce como nuevo líder.
Sin embargo, Jesús se desentiende pronto de la lucha contra los romanos y así
declara “Dad a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar”. Pero
sobre todo, los romanos descartan el peligro de Jesús cuando les manifiesta: “Mi
reino no es de este mundo”. El perdón de Roma viene acompañado del repudio de
la casta sacerdotal judía que prefiere a Barrabás (leal a la causa judía) antes que a Jesús.
Crucificado Jesús la secta entra en declive.
Hubiera desaparecido a no ser por la determinante aparición de San Pablo. A San Pablo, más que a nadie se debe el éxito
de la nueva religión que nace con el martirio de San Esteban.
San Pablo hace tres cosas
fundamentales: La primera es predicar a los gentiles. Gentiles eran todos
aquellos que no eran judíos. Y aquí, entre los gentiles, encuentra campo
abonado y la comunidad cristiana va creciendo exponencialmente, mientras que,
entre los judíos, apenas hay conversiones.
La segunda cosa importante que hace
San Pablo es incorporar la filosofía aristotélica a su nueva religión. El
hombre está dotado de cuerpo mortal y de alma inmortal. Convierte al hombre en
un semidiós a imagen de los héroes griegos.
Y, en tercer lugar, señala que todo
poder procede de Dios. Desde entonces la religión estará siempre con el PODER, con
quien detente el poder político, sea cual sea la forma de obtenerlo y de ejercerlo.
No extrañará pues, que los cristianos
estén aliados con formas de poder que son contradictorias. Por ejemplo, con
dictaduras. Durante el franquismo las monedas llevaban la inscripción:
FRANCISCO FRANCO CAUDILLO DE ESPAÑA POR LA GRACIA DE DIOS. Pero en este mismo
tiempo y durante el Concilio Vaticano II a instancia del clero francés, nace la
Teología de la Liberación (actual Papa). Y, nace, porque la mayor parte de la
humanidad vive bajo el régimen socialista. Y si el poder es socialista, la
iglesia debe estar con ese poder, según enseñanzas de San Pablo.
Estar al abrigo del poder ha dado
gran rendimiento a la religión cristiana. En la actualidad el clero está en
sintonía con el poder socialista en España. El presidente de la Conferencia
Episcopal Española el turolense Omella Omella ha logrado desencallar un viejo
conflicto con el Estado. Se trata de las INMATRICULACIONES de los bienes
eclesiásticos. El tema se ha resuelto al 90% y ya nadie habla del tema.
Y es que el poder es como la imagen
de la Virgen de la Misericordia bajo cuya capa está el pueblo de Dios protegido.