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jueves, 2 de marzo de 2017

Marzo2017/Miscelánea. Y LA MECANIZACIÓN DEL CAMPO LLEGÓ A SON DEL PUERTO

LA MECANIZACIÓN DEL CAMPO
(La llegada del tractor)
*
A Timoteo Domínguez,   desde zagal labrador,
se le metió en la sesera,    nadie sabe la razón,
la idea más peregrina    conocida en Aragón
pues, se trataba en esencia,  de liberar a los machos
de la penosa tarea     de labrar campos en Son.
Ampró perras en la Caja,    se compró recio trator
y, una vez mecanizado    a lomos de un buen motor,
se encaminó  hacia los campos    y comenzó la labor.
La cosecha de aquel año    no cabía en un cambrión
y para el año siguiente,   se hizo un silo de rondón.
Con tantas perras ganadas   la Fulgencia sugirió:
compraremos la nevera,    una arradio...un reloj...
y, cuando lleguen las fiestas    bailaremos rigodón.
Solía llegar al pueblo,    de Teruel, un vendedor
que lo mismo te arreglaba    una estufa que un tambor.
La Fulgencia le echó el alto,     la furgoneta paró
y le preguntó a la dueña,      de aquel: ¡alto!, la razón.
Alejandro (1), buen amigo,   hazme la composición
pa ponerme una cocina   tan maja como en Japón.
Preguntole aquí, Alejandro,     preguntó con fruición,
con las perras que contaba    para tal composición.
Quiero nevera,  butano,    la campana de estración
y una arradio en todo l´alto     pa oír  el porrom pon pon.
También quiero lavadora     horno pa asar el capón
y quiero todos los trastos    de más moderna invención.
Cuando llegó Timoteo     a ver la composición
le echó un ojo a la factura     y maldijo al dorondón.
Esta mujer,  ¡qué se cree…!    la hija de un faraón.
La ruina llega a esta casa    sin ninguna remisión
pues, pa pagar estos “tarros”    hay que vender el trator.
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(1) Alejandro, buen amigo, que vendía muchos electrodomésticos en Son del Puerto.
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