DÍA SEXTO DE LA CREACIÓN
Una vez hubo Dios creado al hombre, habló el SER MÁS AFÍN a su naturaleza divina (o sea SERAFÍN) de esta forma: Yo os doy toda planta sementífera sobre toda la superficie de la tierra y todo árbol que da fruto conteniendo simiente en sí. Os doy, también, a todos los animales campestres, a las aves del cielo y a todo cuanto se mueve sobre la tierra con ánima viviente yo os lo doy. Ello será vuestra COMIDA.
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DÍA SÉPTIMO DE LA CREACIÓN
Dios se lo pasó sobando y no sucedió nada sobre la superficie del planeta.
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OCTAVO DÍA DE LA CREACIÓN
El hombre despertó con la sorpresa de encontrarse a sí mismo hecho "un hombre" y fundó las Sociedades Gastronómicas. Vieron los Gacheros (una de las primeras sociedades en fundarse) que la comida era buena pero que Dios, aparte del agua, no había creado las bebidas y pusiéronse manos a la obra. Fermentaron, los Gacheros, la uvas y destilaron los licores. Todo lo vio Dios y todo lo probó, y al vino le llamó vino y al anís... DEL MONO.
Vio El Supremo que el vino, por estar fermentado, era bueno pero que los licores, por ser destilados, creaban grandes dolores y trastornos en la cabeza de los humanos. Bendijo Dios el vino, porque el vino era agradable a su paladar. Sin embargo, Dios maldijo los licores, y señalando la botella de anís dijo: "¡QUÉ NO EVOLUCIONE EL MONO!"... Y que permanezca así, por los siglos de los siglos.
Y los catalanes dijeron: amen.
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NOVENO DÍA DE LA CREACIÓN
Un diablo asexuado, enhiesto y marcial, se relame miestras aparta a una moza.
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Dijo Dios: que en las Sociedades Gastronómicas sólo haya hombres. Y mandó a sus soldados a apartar a las mujeres y sacarlas a la fuerza de dichas instituciones. Y vio Dios que era bueno, que el hombre comía feliz y lisonjero, y lo bendijo de nuevo.
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Nota: la etiqueta de anís el mono tiene su miga y está en el centro de la polémica entre el creacionismo y el evolucionismo.
"La carga provocativa que la
imagen del mono-Darwin transmite no es del todo inconsciente, y ello es lo más
desconcertante de toda la anécdota histórica. Por ejemplo, en el papel que
sostiene en la mano derecha se puede leer una lacónica e irreverente leyenda:
“Es el mejor. La ciencia lo dijo y yo no miento” (Enric Satué. El libro de los anuncios)
San Blas, tabla gótica procedente de Tramacastilla
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