Sabes que es un Colegio Electoral porque hay políticos pululando por la puerta con una tarjetica colgada al cuello. Dices "buenas" a secas... y para dentro.
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Momento dramático el de... encontrártela. No sabes si llevar las dos filas a la vez o, primero una, y después la otra. Suele suceder que la que te gusta está la última. Pero, por el mismo precio, coges varias... para disimular.
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Entras en la cabina para que no te vean meterla en el sobre. Por ejemplo, si vas a votar a los verdes, no es necesario que vayas vestido de ese color. Lo mejor son colores neutros.
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¿Qué mesa será la mía? Hay un galimatías de letras. Si te han mandado a casa una tarjetica indicándote tu "distrito", "sección" y "mesa", todo está resuelto. Si no... preguntando se va a Roma.
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Ya la tengo.
Ahora que no hay casi nadie es la mía.
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Después de identificarte sólo hay que meterla por la rendrijica. Y... ya has votado.
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TRAS LA VOTACIÓN,
COMIDA EN FUENTECERRADA
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LOS RESULTADOS
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TERUEL
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