EN RECUERDO DE ÁNGEL TORRES ESCRICHE
Nada podíamos saber siendo chiquillos, cuando quemábamos para San Antón estas plantas "a montones", que fuera endémica y luego, con el paso de los años, estuviera protegida por el Gobierno de Aragón. Para nosotros era un recurso fácil de obtener y, también, de sencillo manejo. Ahora, repasando lo que dice este folleto del año 2004, en el que también colaboró nuestro inolvidable y "endémico" (en el ÓPTIMO sentido de la palabra) Ángel Torres Escriche, me arrepiento de lo hecho, eso sí, hecho inconscientemente.
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