Información del Heraldo de Aragón de hoy día, 11 de abril, de 2016
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Heraldo publica una información no contrastada. Se trata del hallazgo del yacimiento de ámbar de san Just.
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A LA COMUNIDAD CIENTÍFICA ARAGONESA
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Un antepasado de los Botín (ricos
banqueros) es publicitado incesantemente por haber descubierto las Cuevas de
Altamira. Un turolense, maestro y aficionado a la paleontología que es acusado
de depredar fósiles (vox populi), descubrió el yacimiento de fósiles de San
Just y es ignorado, conscientemente, pues quizás su mancha/tacha se extienda
sobre todos los que han contactado con él. Peñalver lo sabe, pues a él es a
quien lo comunicó. En el Heraldo se inventan una burda mentira. ¡¿Qué prestigio
gana con esto los científicos aragoneses?! Nada absolutamente.
No sé si el señor Peñalver habrá leído
el libro “CIENCIA Y CONDUCTA HUMANA” de B:F: Skiner, editorial fontanella. Le conviene leer al padre del Conductismo porque
él personalmente ganará y la ciencia aragonesa lo hará, también, en particular.
Uno de los principios por los que se debe regir un científico es aquel que dice
que: “La ciencia es una disposición para aceptar los hechos aun cuando éstos se
opongan a los deseos.” Bien, este principio debe aplicarse desde el inicio y
con todas sus consecuencias. ¿Por qué razón? Pues por el propio beneficio del
científico y por el beneficio de la
ciencia. Si llegamos a la conclusión de que un científico está dispuesto a
consentir pequeñas mentiras, quién nos asegura que no estará dispuesto a
abrazar a las medianas e incluso a las mayores, con tal de salir airoso.
Como el asunto no es de “gran calado”,
pero si lo suficiente para haberle “pillado”,
le hacemos dos recomendaciones al señor Peñalver. La primera, que busque un
poco de tiempo y se lea a Skinner y, la segunda, que no tenga empacho en reconocer
la autoría del descubrimiento a quién verdaderamente corresponde. En ninguno de
los dos casos hay ni menosprecio personal, ni menosprecio a la ciencia.
Un saludo.
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DEL BLOG: FÓSILES
DE TERUEL
Artículo
de
Marcial marco Saura
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Artículo
de
Marcial marco Saura
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Hace unos días
leí con gran entusiasmo por mi parte que en el yacimiento de ámbar de San Just
se habían encontrado más de 300 especies de insectos. Me alegré de la
importantísima noticia y no pude reprimir que un sano orgullo recorriese todo
mi cuerpo. No en vano yo era el descubridor del citado yacimiento que hace
varios años comuniqué al paleontólogo don Enrique Peñalver, especialista en
insectos y, gracias a esta denuncia del yacimiento, ha sido posible el hallazgo
de este valioso patrimonio.
Por otra parte
no ha sido éste el único yacimiento que he tenido la suerte de descubrir,
también puedo presumir con humildad de haber puesto en conocimiento de la
comunidad científica otros yacimientos relevantes, singulares o peculiares como
el de "La Rocha de la Noguera" en la Puebla de Valverde de
vertebrados continentales del Villafranquiense; "La Cantalera" en
Josa de dinosaurios del Cretácico Inferior; "La Casiones" en Villalba
Baja con vertebrados del Mioceno... y un largo etc. que sería prolijo citar
aquí.
Mi contribución
a la divulgación del patrimonio no acaba con el descubrimiento de yacimientos
paleontológicos, sino que además he prestado ( sin devolución) muestras únicas
para estudio a investigadores y científicos así como otras para la realización
de tesis doctorales etc. También he llevado a cabo gratuitamente y sin fines de
lucro un sin número de exposiciones con propósito educativo y divulgativo en
semanas culturales de Institutos de Secundaria, Colegios de E. Primaria, CRAS,
CRIETS, Asociaciones Culturales diversas en multitud de pueblos etc. etc. y,
cual es mi sorpresa que, tras estas colaboraciones y apoyos desinteresados y
altruistas no he tenido siquiera un reconocimiento en forma de agradecimiento
en una publicación o la invitación a una excavación cuando mi ilusión es
compartir con los demás cualquier descubrimiento interesante y estar siempre a
disposición de la comunidad científica en aras a divulgar la riqueza cultural.
¿ Soy enemigo o
aliado? ¿ Qué o quién impide la merecida gratitud? ¿ Por qué la racionalidad y
el sentido común no prevalecen a la tentación de poseer un poder de control
casi absoluto de querer monopolizarlo todo? ¿ Por qué boicotear y prohibir
sistemáticamente? ¿ Por qué buscar y rebuscar la manera "legal" de
denunciar, perseguir y casi poner a la altura de vulgares delincuentes a los
aficionados?
En el momento
actual la ley no distingue entre acciones aisladas con incidencias mínima sobre
un yacimiento con las de excavación y destrucción sistemática. Tampoco
distingue si el yacimiento es de especial relevancia y valor científico por
contener restos singulares o si se trata de ejemplares muy comunes y abundantes
en las rocas sedimentarias; ni distingue entre palenontología y arqueología (no
es lo mismo recoger un erizo, por ejemplo toxaster, abundantísimo en el
Aptiense que excavar un yacimiento Celtibérico. Arduo problema. Mirémonos como
ejemplo en el espejo de países como Francia, Reino Unido, Alemania o los
Estados Unidos de América que tiene una política al respecto a años luz de la
nuestra.
Diré SÍ a
proteger el patrimonio de los abusos y del expolio y también te diré SÍ a
aquellos aficionados que realizan recolecciones de fósiles movidos por un
lícito afán de conocimiento que no es conveniente cortar.
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