NUESTRO TREN
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Siempre ha sido, coloquialmente, "nuestro tren". Desde finales del siglo XIX un rosario de turolenses clamaron por
la construcción de “nuestro tren”. Desde el tenor Marín, quien fuera alcalde de
la ciudad, hasta Domingo Gascón, en su Miscelánea. Se inauguró a principios del
siglo XX y se le abrió un ramal entre Caminreal y Zaragoza en los años 30 del
mismo siglo. Cuando se cerró el ramal entre Caminreal y Calatayud empezaron las
cosas a ponerse mal. Nuestro eje ferroviario ha sufrido los vaivenes de la política,
pero sobre todo ha sufrido el abandono. Esta ha sido la excusa que se ha
argumentado de hecho, que no con palabras. Con una infraestructura en malas
condiciones, no es difícil argumentar el paso de los trenes por Tarragona en
vez de por Teruel. Ganan los catalanes, pierden los aragoneses. ¡Y va la enésima!
Sin embargo, no debemos
rendirnos, pues este eje ferroviario debe comunicarnos con el Cantábrico y con
Francia. Por ello, mantener vivo el trazado entre Valencia y Zaragoza es
absolutamente necesario y prioritario. Muchas manifestaciones hemos acompañado,
en Teruel, en Canfranc, en Madrid y en Zaragoza, pero sin duda será necesario
hacer más y dejar claro cual es nuestro objetivo. Una línea decente que nos
comunique con los destinos señalados arriba.
Quedarse aislado es lo peor que
le puede pasar a un territorio, lo sabemos bien los turolenses porque lo
sufrimos en las Guerras Carlistas y, desde entonces, no hemos levantado cabeza.
El aislamiento produjo el hundimiento de la industria textil y por ende la base
de nuestra economía.
No diremos quién
prometió y quién no, porque prometer es fácil. Queremos hechos porque, sin duda,
los estudios deben de estar hechos varias veces e incluso repetidos. Menudean las
declaraciones y los encuentros con la parte francesa del eje del Somport. Todo,
palabras y papel de periódico, malgastado. Es necesario exigir, particularmente
al Gobierno central, una clara resolución por “nuestro tren”. No admitimos ya,
ni más cuentos ni más justificaciones fiándolas a tiempos venideros.
Por todo ello es necesario la
permanente (lucha) atención y apoyo de la población de Teruel y de toda la línea.
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