Somos de sangre caliente y
necesitamos tener nuestro cuerpo a una temperatura media de 37º centígrados. A
pesar de ser homeotermos y endodermos, las compañías eléctricas conocen nuestras
necesidades y nos hacen pagar la electricidad a buen precio. Un negocio muy
lucrativo que tiene a la sociedad española muy preocupada y crítica. El Sol nos
da su energía de forma gratuita y para todos por igual. Desde el comienzo de nuestra
civilización el Sol fue un Dios, quizás el más poderoso: Amon-Ra en Egipto o Ud
en Sumeria. Al hombre siempre le ha maravillado la salida y la puesta del Sol.
De momento es un espectáculo sin peaje ni entrada aunque, el que vive en una gran ciudad,
tenga que salir al exterior para ver estos fenómenos con nitidez y con un
horizonte limpio. En Teruel no hay problema y basta darte un pequeño paseo para
disfrutar, como ya lo hiciera Felipe II, desde su famosa y conocida “Silla de
Felipe II” en San Lorenzo del Escorial. Es éste, pues, un placer de reyes al
alcance de cualquier ciudadano. Aquí dejamos la puesta del Sol por El Rajo, de
ayer tarde, sobre las 18:30 horas.
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El Sol dibuja sobre la tierra formas inimaginables.
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El Sol seca nuestro mudéjar y hace a las torres inclinarse ante él.
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Hay algo casi tan poderoso como el Sol o la Fuerza de la Gravedad. Se trata del Amor, que atrae a los cuerpos de forma irrefrenable. Así lo expresa aquí Berniz.
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Comandancia de la Guardia Civil de Teruel
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Homenaje a la Guardia Civil.
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