LAS OPACAS NAVIDADES DE TERUEL
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(El turismo de interior tiene su punto álgido en estas fechas invernales de Navidad-Nochevieja-Año Nuevo apoyado, también, en el turismo del deporte de la nieve.)
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(El turismo de interior tiene su punto álgido en estas fechas invernales de Navidad-Nochevieja-Año Nuevo apoyado, también, en el turismo del deporte de la nieve.)
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Las oscuras calles de Teruel no
invitan a salir de casa ni, tampoco, a consumir. Cada año lo mismo: rutina y…
compañía. Por el contrario, vemos fuera, una despiadada competencia por llenar
las ciudades de luz, de color, de atractivos comercios y de una activa Navidad y Fin de Año, que atraiga el turismo. Aquí, en esta ciudad opaca y en penumbra
llegamos tarde a todo, también a la Navidad. Luego, vienen las quejas… ¡qué si
la gente se va a comprar a Zaragoza o a Valencia!, ¡qué si hay que consumir en
comercios de proximidad!, etc., etc. Si desde el Ayuntamiento no hay un impulso
decidido por llenar la ciudad de movimiento, de luz y de color, las cosas no
van a mejorar. En fin que, por lo visto, otro año más nos va a tocar soportar
la obsoleta choza construida bajo la columna del Torico… y, ¡qué culpa tiene el
Torico! La iluminación navideña, como
puede verse en muchas capitales españolas, va por otros derroteros. Aquí
tenemos, una navidad provinciana que en nada acompaña a la monumentalidad de
nuestro mudéjar o del modernismo. Si no sabemos crear, aprendamos de fuera.
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VIGO, POR EJEMPLO
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