EN TORNO AL XXXIII ANIVERSARIO DEL
MUDÉJAR TUROLENSE
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La historia de una ciudad nuca estará
completa si no se atiende a lo acaecido en su capítulo eclesiástico y, más
concretamente, a su cátedra si la hubiere o, desde que la hubiere, como es el
caso de Teruel. También dice una regla no escrita que, una catedral, siempre
debe estar en obras. Hay, sin embargo, otras obras inmateriales a las que no se
presta tanta atención y así lo señala Juan José Polo Rubio cuando demanda en su
libro titulado” Jaime Jimeno de Lobera (1580-1594) Organizador de la Diócesis
de Teruel” el estudio histórico de la Diócesis de Teruel. Efectivamente, el estudio
debe abarcar el periodo de arcedianato y el del obispado. Hasta
el día 30 de junio de 1577 todo el territorio de la llamada Comunidad de Teruel
o bien Teruel, y su comunidad de aldeas, pertenecían eclesiásticamente al obispado de Zaragoza.
En Teruel, es muy conocida la existencia del Capítulo General Eclesiástico y la figura
de los curas “racioneros”. Bien pues, como señala Polo, el Papa Gregorio
XIII a instancias del rey Felipe I de
Aragón (II de Castilla) crea ex novo el obispado de Teruel y con ello rompe un
sistema político-administrativo endogámico que se había creado en torno a dos instituciones: El “Capítulo y el Fuero” y que tantos problemas le habían creado a la
monarquía aragonesa y luego española. El tercer obispo de Teruel y sobre el que
trata el libro de Polo es Jaime Jimeno de Lobera (1580-1594,
también Virrey de Aragón, 1590-1593). A este le precedieron Juan Pérez de Artieda (1577-1578
Electo) y Andrés Santos de Sampedro
(1578-1579).
Dice Polo que Jaime Jimeno de Lobera
nació en Ojos Negros (Te) a comienzos del siglo XVI. Pero, mejor que ustedes se
lean el libro. Un libro editado por la Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja
(Ahora IberCaja) en Zaragoza en el año 1987. I.S.B.N: 84.505.7157-X.
La obra arquitectónica de la catedral
de Teruel recoge los estilos artísticos de todas las épocas que atravesó,
comenzando por el románico y, terminando, por el modernismo de Pablo Monguió.
En otras ocasiones se ha hablado de la necesidad de dar forma al museo
catedralicio, tema del que no se ha hablado nada en la prensa desde hace años.
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