Pegados al poder como lapas.
El SOCIALISMO, que nació para
liberar al obrero de la opresión del Capitalismo, no ha encontrado hasta el día
de la fecha un sistema de producción alternativo que de satisfacción a sus
aspiraciones básicas: acabar con la expotación (del hombre por el hombre) y la redistribución justa de las plusvalías. Nacido del Materialimo Histórico para liberar de la opresión, del hambre y de la
miseria cultural que arrastraban los pueblos desde la revolución industrial, este obrero irredento sigue, a día
de hoy, cantando la Internacional y buscando su liberación por cauces ajenos a
la ideología que profesa. Tiene necesidad de trabajo y no lo encuentra en el
socialismo, si no en el sistema liberal, al que odia. Tiene apetencia de cultura
y vive inmerso en la cultura consumista de esa burguesía a la que quiere hacer desaparecer.
Quiere suprimir la sociedad de clases pero, a la más mínima oportunidad, se
zambulle de bruces en aquella que pretende superar.
El socialismo no ha elaborado ni
presenta de forma coherente, a día de hoy, una alternativa clara a la sociedad de
clases. Teníamos puestas todas nuestras esperanzas en la cooperativa “Mondragón”
un grupo ligado a ETA y de ideología socialista-comunista que planteaba con éxito su
futuro y que habría de iluminarnos en el camino hacia una sociedad justa y
hacia un obrero liberado de la opresión del patrón. Pues, hasta el momento, ETA
había vivido de esta cooperativa pero,
también, del “impuesto revolucionario”, es decir, de nuevo parasitando al empresario. Fruto de las negociaciones de ETA con el Estado se ha cedido gran
parte del poder político de las Provincias Vascas a esta organización.
Instalados los etarras en el poder, vemos que lo que pretendían no era
transformar la sociedad vasca si no vivir parasitando en ella. Mondragón se
va a pique y el impuesto revolucionario que se exigía con tanto sacrificio a
los empresarios ha decaído. A partir de ahora se vive del Estado, se vive
pegado a la teta del Estado con total satisfacción y agrado. Es más, piensan
que siendo independientes la satisfacción puede ser total, pues serán los amos
absolutos de todo (ya tienen el Concierto).
Lo hemos visto, el sistema
cooperativo ha hecho agua por todas partes. En Teruel algunos pseudo
socialistas como Simón Casas, Consejero del corrupto Marco (PSOE) promovieron cooperativas y todas se han disuelto. La
famosa solidaridad obrera, ejercida entre los propios obreros, no se ve por
ninguna parte. También es verdad que en España no ha habido formación ideológica
y se ha pasado de la “lealtad inquebrantable a los principios del Movimiento”
al socialismo acérrimo sin solución de continuidad. Aquí, se es socialista con
la misma intensidad y falta de criterio con que se es socio de un equipo de fútbol.
Conozco a quienes presumen de ser socialistas y socios del “Barsa”. ¡Eso es
todo, amigos! Llegamos tarde al movimiento obrero europeo y no hemos aportado
ideológicamente nada a él. No es extraño que los sindicatos de clase sean unos
chorizos y que su excusa mayor radique en señalar a otros (la Corona) con
iguales “méritos” o mayores que ellos.
Quiero señalar en mi descargo lo
siguiente. En una ocasión fui acusado de “facha” en la Sala de Profesores. Bueno,
pues el proceso fue el siguiente. En los años 70, estudiado la carrera, yo era
el único socialista de mi centro. Tal es así que fui, también el único, en tener
“ficha política" por tal causa. Esto no me causó (la verdad sea dicha) mayor
problemas que la de tener “destino de castigo al hacer la mili”, cosa que se solventó sin ningún problema. También, en aquella época, mis compañeros me decían que estaba loco por defender unos
principios que ellos, o acallaban o ignoraba o disimulaban. Pasados los años, la
inmensa mayoría de aquellos compañeros han medrado o compadreado con el sistema socialista,
menos yo (me jubilé de recluta raso) y critiqué muchos aspectos de su política. También hay que decir que defienden las
propuestas del PSOE- IU acérrimamente y sin criterio ideológico alguno. No han
tenido ni se han preocupado por procurarse una formación ideológica, ni grande ni mediana
ni pequeña. No es pues de extrañar que, según sus propias palabras, todos se
hayan vuelto “locos” y que
absolutamente todos me hayan adelantado por la izquierda.
Pero en realidad siguen siendo lo
que eran, personas que sigue ciegamente a los que detentan el poder. Gente capaz de cambiar de “ideología”
a la menor oportunidad. Son masa, gente del montón... y con este material, es difícil
construir una sociedad socialista. Porque, el Socialismo, si ha de ser será con
gente formada, comprometida... y para eso aún falta mucho tiempo.
*