El segundo tramo que describimos es el que va desde el antiguo fosal, ahora parque municipal, hasta el frontón y las escuelas. El pueblo es de calles amplias y la carencia o relajación en las ordenanzas municipales hace que el caserío haya perdido su primitiva y original imagen. Los hermosos edificios de arquitectura popular, con su corral, su bardera, su solanar y sus recias paredes enyesadas y encaladas están desapareciendo. Muchos corrales se han convertido en callejones, desdibujando el perfil de la calle y convirtiéndola en un laberinto. Por otra parte, el Ayuntamiento (será de los pocos de Aragón) que todavía no tiene ni escudo (heráldica) ni bandera (vexilología) utilizando unas veces el escudo personal de Fray Juan Cebrián y otras el escudo del apellido Cebrián. Terminamos el recorrido en el Hostal Nati, cuyo actual dueño, se ha trasladado al polígono de la cerretera a Villalba Alta y regenta el asador Casa Luis.
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Leña para la hoguera en la plaza del Ayuntamiento o de Fray Juan Cebrián.
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En pueblo carece de heráldica municipal y aquí han colocado, creo que inadecuadamente, la del apellido Cebrián.
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Blasón original de la Casa solariega de Fray Juan Cebrián Pedro en la Glorieta de Perales.
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Arquitectura popular. Delante de la casa se sitúa el corral con portón grande para la entrada, tanto de caballerías, como de carros.
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Frontón, polideportivo y patio de recreo. Al fondo las escuelas.
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En su origen, estas casas, fueron construidas para residencia de los maestros.
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La carretera se convierte en calle Mayor. Desde luego, por sus dimensiones, lo es. Ella divide al pueblo en dos mitades.
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Sólo en los restos que perduran de la arquitectura popular pueden encontrarse hoy solanares. Este de Perales todavía se encuentra en buenas condiciones.
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Calles típicas de Perales.
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No sólo al frontón, si no que también a los hermanos Tolosa habría que dedicarles, al menos, el frontón de Perales.
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Amante de las tradiciones y de Tramacastiel. Todos los años, sin falta, acude a la romería de la Fuensanta de Villel. El colegio de Cedrillas y el Juan Espinal le recuerdan.
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MERCEDARIOS
La Orden Real y Militar de Nuestra Señora de la
Merced y la Redención de los Cautivos, es una Orden religiosa católica, fundada
en 1218 por San Pedro Nolasco (ca. 1180–1245) para la redención de los
cristianos cautivos en manos de musulmanes (60.000 hasta 1779). Los mercedarios
se comprometen con un cuarto voto, añadido a los tradicionales de pobreza,
obediencia y castidad de las demás órdenes, a liberar a otros más débiles en la
fe, aunque su vida peligre por ello (Internet)
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