Publicado el 11
enero, 2014
El Guadalope
Francisco Rodríguez Barragán
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Las declaraciones de los
políticos en ejercicio respecto a cualquier tema y ahora sobre el aborto, están
viciadas de electoralismo. No les preocupa la verdad sino la incidencia que
puedan tener en las próximas elecciones sus posturas. Por desgracia muchos
creen que las cosas son buenas o malas según lo decida la mayoría parlamentaria
lo cual es radicalmente falso. Los políticos son elegidos para gestionar el
bien común de una forma económica y responsable, pero no para imponernos lo que
se les ocurra, en conducta moral o en educación.
Pienso que la abolición de la tortura o la pena de muerte
fueron normas progresistas pero no entiendo que invocando el progresismo se
condene a muerte a los niños no nacidos alegando que las mujeres tienen derecho
a decidir si quieren ser madres o no.
La cuestión es que la embarazada ya es madre de un niño que
se está desarrollando dentro de ella, pero que tiene su propia vida. El embrión
no es un pólipo ni una verruga sino un ser humano digno de protección.
El embarazo es consecuencia de una relación sexual que se
esperaba sin consecuencias, pero ha engendrado un hijo, sí un hijo, aunque
queramos disimularla denominándolo embrión o feto. Decidir ser madre o no,
tiene que plantearse cuando se acepta o se rechaza una relación sexual. La
sexualidad no es una especie de juguete de libre disposición, aunque el uso y
abuso de los anticonceptivos lo haya hecho creer así.
Los favorables al aborto no
parecen caer en la cuenta de la endeblez de sus razones. ¿Por qué una ley de
plazos? ¿Es menos dar muerte si se mata a un ser de 200 gramos que de 900? Las
molestias físicas o psicológicas de la embarazada ¿justifican eliminar al niño?
Un niño, y no digamos de un preadolescente, puede causar a su madre graves
molestias y problemas, ¿alguien justificaría eliminar a los niños caprichosos o
inaguantables?
También quieren que se aborten
los niños a los que se detecte alguna anomalía, lo cual es pura eugenesia,
dicen que es para evitar que sufra ¿él o su madre? Si un niño nace, crece y
resulta esquizofrénico ¿lo eliminamos? Habrá quien diga que sí, por desgracia.
En el supuesto de violación es
otro en el que se condena a morir al que menos culpa tiene. Parece existir
acuerdo en que el violador sea condenado a alguna pena ya que todos debemos ser
responsables de nuestros actos, pero los que deciden libremente mantener una
relación sexual ¿están exentos de responsabilidad?
Pero lo que importa a los
políticos es obtener votos, convencer a los que van a votar de que buscan el
estado del bienestar, incluida la libertad sexual sin responsabilidades.
No es sostenible el estado del
bienestar, con una población envejecida, ni es sostenible el desmadre sexual
que padecemos con más de cien mil abortos al año.
Está claro que estoy contra el
aborto sin que me importe en absoluto que me llamen de “extrema derecha” esos
políticos y políticas abortistas.