LOS SANTOS BARBUDOS
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Los popularmente conocidos como Santos Barbudos son tres. San Pablo el Simple y
San Mauro que celebran su fiesta el 15 de enero. El tercero, San Antonio Abad,
la celebra el 17 de este mismo mes. Como veremos más adelante, San Antonio Abad
es patrono de los animales y de los sepultureros.
Este año la fiesta ha caído en
viernes y, aparte de la celebración religiosa junto a la bendición de los
animales, no se ha visto ningún signo de fiesta popular, ni en San Julián, ni
en el resto de la ciudad. Se comenta que se celebrará mañana sábado día 18 de enero.
Regresábamos a casa, sobre las
once de la noche, cuando nos acercamos a la calle Cervantes esquina con Isidoro
de Antillón. Sabíamos que había celebración, fijo, pues nos lo había anunciado Mariano.
Llegamos pues, en el momento justo en que Mariano y unos amigos suyos se preparaban unos chorizos y unas longanizas a la brasa y corría la bota con vino dulzón de Burbáguena. El grueso
de la cuadrilla estaba en el bar, en charla distendida a la espera de darle
cuenta a la pitanza que ya empezaba a resudar en la parrilla.
Entre trago y bocado, pudimos
seguir todo el trámite del asado de la carne de cordero. Carne a la brasa o
carne a la parrilla, de las dos formas se le nombra. Lo primero fue hacer un buen
fuego, luego quemar las parrillas y colocar las chuletas ordenadamente. Una vez
bien colocadas las chuletas y las costillas, se les echa la sal y se cierran
las parrillas. Hay que preparar la lumbre de tal forma que la base sea homogénea
y plana para que se asen todas por igual, evitando que unas queden quemadas y
otras sin hacer. Pasado un tiempo prudencial hay que darles la vuelta de tal
modo que el cocinero (experto) verá el momento adecuado para sacarlas del fuego
definitivamente.
Terminada de asar la carne lo
mejor es que ésta vaya de la parrilla al pan y, directamente, a comer. La carne
de cordero es muy delicada y si se manipula mucho (plateándola de aquí para allá)
se enfría y pierde su gusto. Al mismo tiempo, las botas y los porrones tienen
que estar llenos y a punto. Sacamos aquí las fotografías, principalmente, los que trabajaron preparando
la carne a la brasa. En Teruel hay mucha afición pues, hay y ha habido mucho cordero, y es un plato muy
fácil de preparar. También suele hacerse ajoaceite o alioli para untar la carne
al comerla. Todo va en gustos.
Así, pues, de esta forma tan
sencilla celebramos la fiesta del tercer santo barbudo del 2014.
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Mientras unos preparan las parrillas para las chuletas, otros, previamente, han pasado por el fuego unas buenas ristras de "carne en calceta".
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Se afanan en preparar la parrilla. No es necesario llevar guantes pues el fuego, luego, lo purifica todo.
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La parrilla está completa y ahora uno de los encargados del asado, prepara las brasas para que estén uniformes y el asado sea homogéneo.
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Así quedó la parrilla, ya preparada para colocarla sobre la brasa.
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Es importante darle su punto de sal.
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Es el momento de hacer un alto y tomar un trago.
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Este señor se tomará dos (tragos), pues lo celebrará doblemente
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Todo marcha según lo previsto y Mariano está contento.
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Todos están dispuestos a echar una mano si es preciso.
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La carne ya está en la brasa.
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Se preparan para darle la vuelta.
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Muy bien, no se tiene que mover ni una sola chuleta al darle la vuelta a la parrilla.
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Dentro, en animada tertulia, trabajadores y jubilados disfrutan de la noche de San Antón.
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Algunos jubilados se hacen de notar (y no quiero señalar).
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¿A que sí?
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Pintado por Zurbarán.
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PATRONO DE LOS ANIMALES
(Egipto)
San Antonio fue a visitar a Pablo el Simple (anacoreta) y el cuervo que alimentaba a Pablo, a partir de ese día, llevó dos hogazas de pan para el alimento de ambos. Murió Pablo y Antonio lo enterró con ayuda de dos leones y otros animales, de ahí su patronazgo sobre lo sepultureros y sobre los animales.
Se cuenta también, que en una ocasión se le acercó una
jabalina con sus jabatos (que eran ciegos), en actitud suplicante. Antonio
curó la ceguera de los animales y desde entonces la madre no se separó de él y
le defendió de cualquier alimaña que se acercara. Como el cerdo es impuro,
junto al santo se coloca, también, uno de estos animales para significar su
triunfo sobre la impureza.