Seguro de trabajador agrícola y declaración de los beneficiarios de asistencia sanitaria, año 1959.
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EN 1941, NACE EN ESPAÑA EL SEGURO OBLIGATORIO DE ENFERMEDAD
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Resulta innovador el
establecimiento durante esta época, del seguro obligatorio de enfermedad. Así,
en 1941, por decreto de 11 de julio, se crea el Seguro Obligatorio de
Enfermedad, que protege a los trabajadores, sus cónyuges, y condicionadamente a
los ascendientes y descendientes, en casos de enfermedad común en cuatro
vertientes. Tiene como fin: la prestación de asistencia sanitaria (médica,
hospitalaria y farmacéutica) en casos de enfermedad; en caso de maternidad; la
indemnización económica (porcentaje de la base de cotización) por la pérdida de
la retribución derivada de los riesgos anteriores; la indemnización por gastos
funerarios al fallecer los asegurados. La gestión, aunque atribuida al INP, se
completaba con un régimen de conciertos entre la Caja del seguro y Entidades
colaboradores de carácter privado.
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¿POR QUÉ DEBEMOS ESTAR ATENTOS?
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¿POR QUÉ DEBEMOS ESTAR ATENTOS?
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Si una persona tiene una gran
finca agrícola, pero es un indolente y deja su cuidado a un administrador,
marchando tan feliz a la ciudad a disfrutar de los placeres de la vida. Si ese
propietario no gira periódicamente visita a la explotación y pide cuentas de
todas las particularidades que se van produciendo. Puede resultar que, al cabo
de un tiempo, pasados unos años, cuando vuelva a sus tierras, éstas ya no le
pertenezcan. El administrador se habrá cargado de deudas para enriquecerse y el
propietario se encontrará con una HIPOTECA igual o superior al valor de la Gran Propiedad
que tenía, pero que ya ha perdido de hecho.
Tras la dictadura de Franco, en
España, hubo un momento en el que los partidos y los ciudadanos gozaron de
buena sintonía. Pasó el tiempo y cada cual fue a los suyo. Los ciudadanos a sus
obligaciones y los políticos, manos libres, a sus asuntos. La Gran Finca
española fue mal administrada y muchos de los políticos (de todo signo y
condición) trataron de trocearla y sacar beneficio personal a un bien común, a
una finca común. Para cuando se levantaron las alfombras aquello olía muy mal.
Mas aún, algún administrador vivo y sabedor de los desmanes que había causado (los
Pujol, entre otros) quiso segregar y
apartar su cornejal de la finca común alegando derecho a decidir lo que Él
propusiera.
Cuando alguien habla en nombre de
una NACIÓN, cuando alguien habla en nombre del PUEBLO o, cuando alguien habla
en nombre de la CIUDADANÍA, sencillamente es un embaucador y está mintiendo. En
una democracia, nadie puede hablar en nombre de todos. Lo sé por experiencia.
Cuando militaba en Chunta Aragonesista a menudo hablaba en nombre de los
aragoneses: "porque los aragoneses quieren esto o lo otro", decía sin titubear.
No era muy consciente de ello entonces, por la venda con que se habla desde una
posición ideológica. Ahora, lo reconozco. En una democracia representativa cada
partido tiene una parte de la verdad, pero nunca toda la verdad.
Franco que puso el seguro médico
obligatorio, una medida muy acertada, no tenía la verdad y mentía cuando
hablaba en nombre de todos los… ¡Españoles…..!
Es importantísimo, en este año de
elecciones, estar advertidos. Pero lo sustancial es que el ciudadano de a pie,
en general, no debe dejar el gobierno de esta finca de la que es copropietario en
manos de los políticos. Si no los vigilamos, si no los controlamos… nos la
volverán a jugar. Ha pasado cientos de veces en la historia de la humanidad… y
volverá a pasar hasta que la sociedad no madure. No se trata ya, pues, de votar
cada cuatro años. Se trata de que nuestra opinión sobre los asuntos que nos
interesan se oiga permanentemente.
Otra cosa es acertar al elegir a
los partidos que nos han de representar. Tema complicado y de mucha meditación.
Pero hoy quiero hacer hincapié en este asunto: ¡QUÉ NADIE SE DESENTIENDA DEL GOBIERNO
DE SU FINCA! En ello nos va el futuro, nuestro futuro y el de nuestros hijos.
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