Las olas dejan su huella en la playa, muchas veces, difícil de descifrar. Entender e interpretar correctamente lo que ha sucedido a lo largo de los tiempos, es trabajo de la historia. Hay que darle un significado al documento histórico, sino, éste, carece de valor.
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Concepción Jimeno de Flaquer: “La
mujer aragonesa, semejante a la mujer de España, no tiene debilidades
materiales, pero es más madre que la madre espartana.”
Es necesario dejarlo claro de una vez por
todas, Concepción Jimeno, no fue nunca una feminista ni precursora de tal
movimiento. En Aragón, durante la segunda mitad del siglo XIX que le tocó vivir
y hasta al menos, la mitad del siglo XX, fue un matriarcado. Así lo describe
ella, pese a que muchos estudiosos se sorprendan. Esto no es nada excepcional.
Si miramos la escultura de Pablo Serrano en el Parque de los Fueros de Teruel
veremos también, esculpida en hierro, la imagen del matriarcado. Una mujer,
como la de Concepción que carga con el peso de la casa: leña, aperos de
labranza, instrumentos de labor de todo tipo. El matriarcado no es jauja, como
tampoco lo es el patriarcado. Conlleva numerosos sacrificios, la potestad de
decidir por otros y la responsabilidad a la hora de equivocarte. Es, en esencia,
llevar la dirección de la CASA al ejercer las máximas responsabilidades.
Actualmente, gran parte de la sociedad aragonesa y turolense funciona en la
forma de MATRIARCADO. Puede reconocerse fácilmente mayor violencia psicológica
de la mujer sobre el hombre, que en la forma contraria. No, no estamos hablando
de varón domado. Pues para hablar de ello deberíamos partir de una situación de
hegemonía del varón sobre la mujer o al menos de igualdad. La trayectoria histórica
de Aragón, Navarra y País Vasco, nos muestra claramente y desde tiempos muy
pretéritos el perfil de un claro dominio de la mujer. Hay un ejemplo
significativo en la tradición rural: la mujer (matriarca) le da el domingo, al
marido, el dinero que vale el café que va a tomarse en el bar después de comer. Cuando el hombre iba a la feria la mujer le aleccionaba: no vendas la mula por menos de 200 reales, etc., etc.
El feminismo es una justa reivindicación de igualdad entre el hombre y la mujer cuando ÉSTA está sojuzgada.
No se puede ejercer el feminismo desde posiciones de poder y fuerza, sería un
absurdo.
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El "franquismo" no elaboró ni constituyó una ideología, ni fue capaz de perdurar en el tiempo. El "franquismo" murió el 20 de noviembre de 1975. Sí que hubo ideologías que medraron bajo la bota militar: El Catolicismo, La Falange, El Carlismo... o, por ejemplo, la extrema derecha de Blas Piñar. Franco, como militar africanista, no sabía que hacer con muchos de estos movimientos y cogió a los falangistas y les puso la boina roja de los requetés. Los dos grupos quedaron descontentos. El PCE nunca entendió en que consistía el "franquismo".
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