A diferencia de lo que está
sucediendo en la Plaza de los Amantes, las obras del fosal de San Pedro se están
realizando con respeto al monumento, a sus características artísticas y a su
historia. Se ha encontrado un tramo de la mina que hiciera Pierres Vedel para
llevar el agua a hasta el Fuerte de San Redentor pasando por las parroquias de
San Andrés y San Juan. La mina va a ser acondicionada e iluminada de forma que
pueda ser contemplada desde la calle de Bartolomé Estevan. Sin duda, un nuevo
atractivo para la ciudad que, con la recuperación de este tramo olvidado de tan
extraordinaria obra de Vedel, da a conocer al público en general una
infraestructura que tenía como misión dar agua a toda esta parte de la ciudad.
El ábside de San Pedro, que es una estructura mudéjar de gran belleza, se
potencia con las obras y se realza para disfrute de los turistas y viajeros.
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EL ÁBSIDE DE SAN
PEDRO
Por Santiago Sebastián
López
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“Muy interesante es el ábside de
este templo gótico-mudéjar de siete lados. Su decoración consiste en un friso
de arcos mixtilíneos, que descansan en pilares de ladrillo y forman recuadros;
fajas de esquinillas, encima y debajo de la arquería, con el ingrediente de la
brillantez cromática de las incrustaciones de cerámica, completan la cabecera
del templo de los Amantes. Se ha aumentado la resistencia de los contrafuertes terminándolos
en torreones octogonales, a manera de pináculos, que presentan en la parte
superior cerámicas estrelladas y líneas
en flecha. Como en otras iglesias gótico-mudéjares de Aragón, ha sido el ábside
lugar privilegiado para que el artista vuelque su fantasía decorativa. La falta
de colorido, que se advierte en la torre, se ha cubierto aquí cumplidamente.”
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Actuación en el fosal de San Pedro.
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