Periodistas esperando a la puerta de los juzgados de Teruel.
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Miembros del anterior Consejo Regulador de la Denominación de Origen, JAMÓN DE TERUEL, han sido hoy objeto de la atención de los medios de comunicación y de los Juzgados de la capital. De dos formas nos ha estafado el CONSEJO a los consumidores. La primera en la CALIDAD del producto. La segunda, en la GESTIÓN administrativa, corrupta, de dicha entidad pública.
Un escándalo a la altura del de BANKIA, también con tarjetas, que lo pagan todo y parecen resolver todos los problemas habidos y por haber. Pero las tarjetas dejan huella y ahora, ¡oh sorpresa! salen los balances del gasto de las mismas. Todavía nos sorprendemos los ciudadanos, no de los altos banqueros, si no de conciudadanos nuestros, vecinos y conocidos que saludamos al pasar, hayan tenido tan poca vergüenza de cometer esta inmoralidad.
Como decíamos en anteriores ocasiones, al Jamón de Teruel, le queda un calvario por pasar.
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Tras pasar a declarar por el juzgado, algunos consejeros, la expresión "yo no sabía nada" parece ser la escusa perfecta con la que quieren disculparse. Sin embargo hay una multa impuesta por Hacienda que pagó el Consejo o Promorigen y que constituye una afrenta a la ciudadanía. Las sanciones son personales y debe pagarlas la persona a la que se le han impuesto, todavía más, cuando obedecen a una mala contabilidad y al no haber atendido las obligaciones del cargo. Es algo así como si una multa de tráfico la pagara una institución, en vez de el ciudadano sancionado. Aquí los consejeros dan muestra, de nuevo, de una descarada caradura.
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HUNDIR UNA MARCA LO PUEDE HACER UN IMBÉCIL, LEVANTARLA, COSTARÁ AÑOS.
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