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UNA OCASIÓN PERDIDA
Empezaremos por lo más fácil. Se
trata de una sala inadecuada para el fin expositivo que se pretende. También,
hay que señalar, que el número de cuadros y su abigarramiento son inapropiados.
Entendemos, nosotros, que se trata de una exposición retrospectiva de la obra
de Agustín Alegre, por ello señalamos lo siguiente.
Nos parece que el artista no ha estado
bien asesorado, pues hay que distinguir entre una “muestra” de cuadros con un
fin mercantil, y una exposición de “homenaje” o retrospectiva de lo que ha sido
su vida profesional.
En referencia al segundo caso
interesa, en primer lugar, señalar las diferentes etapas en su pintura y por
consiguiente su evolución y maduración como pintor. En segundo lugar, vemos la
necesidad de un “comisario”, esto es, un profesional entendido en la materia
que organice con rigurosa sistematización
la obra y el pintor. En tercer lugar, es necesario la elaboración del “catálogo”
en el que suele ir al menos: un breve bosquejo con su biografía, un estudio crítico
de su obra y, finalmente, una pequeña muestra de su arte y su trayectoria. En
cuarto lugar debe haber una selección de la obra a exponer, no cualquier cosa
vale. Pero sobre todo evitar las macro exposiciones: “cuanto más grande mejor”.
Esto no vale para el arte donde prima la calidad, la originalidad, pero sobre
todo la CREATIVIDAD.
Hemos visto numerosas
exposiciones en Teruel, muy bien planificadas y catalogadas. Un catálogo que
puede servir de guía, si se intenta con Agustín una digna presentación de su
obra, es el que lleva por título “ismos y vanguardias”. No por la temática que
acoge, sino por su esmerada planificación y orientación didáctica.
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