Foto que nos remite Chabier de Jaime Lorén
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EL FRENTE DEL ALFAMBRA, LA BATALLA DE TERUEL Y OTRAS HISTORIAS
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Véritas
ódium parit
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Nos remite un amigo esta fotografía
de la 22 Brigada Mixta “Francisco Galán” que estuvo en la zona del
Alfambra-Pancrudo allá por la primavera del año 1937. Paralelo a ese envío,
hemos entrado en Internet donde hay una verdadera marea de blogs y “estudios”
sobre el lado republicano del conflicto. Bien es verdad que los ganadores ya hicieron
“su” historia. Pero, si queremos llegar a alguna conclusión convincente en este
asunto de la Guerra Civil (36-39) tendrá que producirse una confluencia para un mejor estudio y análisis equilibrado y comparativo de la forma de hacer la guerra entre los dos bandos: la estructura de los ejércitos, la planificación, la preparación, el armamento, la disciplina, la cadena y función de los
mandos, etc., etc. Porque, se nos olvida en este furor republicano actual, que la guerra
la ganó Franco, es decir, el ejército rebelde… el sublevado… ¡vamos!... los malos.
La fotografía de la 22 Brigada Mixta
tiene el valor de toda imagen congelada en el tiempo, es decir, nos describe una realidad, concreta, pero objetiva. Si se repara en los “personajes” y se olvida uno, por un momento, de los “chopos cabeceros” se verá qué clase de ejército era el republicano, al
menos en este año y en esta zona del conflicto en calma: carecen en absoluto de
uniformidad y disciplina, los cascos de protección no alcanzan a todos, unos
llevan y, otros, no. El armamento va desde, trancas, garrote o palos, fusiles con
la bayoneta calada que en ese instante no tiene sentido (la bayoneta sólo se cala cuando hay combate cuerpo a cuerpo). Mientras unos van
abrigados con cazadora con piel en el cuello, otros, los más, en mangas de
camisa. Solamente dos levantan el puño (uno, más parece que para mostrar bíceps,
que para manifestar su ideología). En fin, como se dice popularmente, más parece el ejército de Pancho
Villa que una fuerza regular y preparada para la guerra.
Esta falta de preparación, de
disciplina, de entrenamiento; la toma de decisiones asamblearias, la falta de una cadena de mando eficaz, era una
constante en el ejercito republicano (tan exaltado ahora) baste decir que en la
Batalla de Teruel, en la toma del casco
viejo de la capital vinieron muchos voluntarios. La razón era que, prácticamente, no
había enemigo y se venía a saquear la ciudad, como así se hizo. Tomada la
ciudad son retirados los victoriosos guerreros a descansar a Rubielos de Mora. Cuando se produce la contraofensiva franquista, les entró el pánico y decidieron desertar pero, fueron, muchos de ellos, apresados y fusilados por
los propios republicanos. Para que se
vea la incapacidad del ejercito republicano baste señalar que para la toma de
Teruel en la que se enfrentaban 100.000 (cien mil) republicanos contra 4.000
(cuatro mil) franquistas tuvo que pasar el tiempo que va del 15 de diciembre al 8 de enero (23
días). Por ello, por esta tardanza, estaba siempre Indalecio Prieto, en retaguardia y al teléfono
preguntando: ¡PERO..., SE HA TOMADO YA TERUEL! Teruel fue una demostración de la
incapacidad de maniobrar del ejército republicano. Pero, así como para la
guerra no eran hábiles, lo eran para la publicidad. Y aún, ahora, los
descendientes ideológicos lo siguen siendo.
¿Quién pide un museo para la Batalla
de Teruel? Pues, claro está, los nietos ideológicos y analfabetos de los perdedores. Para el ejército republicano la Batalla de Teruel fue (debió ser) una vergüenza que deberían tratar de olvidar, sin
embargo, todo lo contrario, nos la presentan como llena de honor y heroísmo
para los suyos: ¡vamos como si la hubieran ganado!
¡Así se escribe hoy la historia!
Muchas gentes caen en el engaño. Menos mal que la luz (dicen) aparece al final
del camino.
En términos militares el ejército de
Franco fue muy superior en organización, en disciplina, mandos, etc.… No en vano, la II República, cuando se produce la sublevación de Asturias llama a Franco. ¡Ya sabían, con quién se la
jugaban!
El colmo de los disparates fue la entrada en Teruel del general Rojo montado en caballo blanco por el Rabal (Arabal de Teruel), a imitación de los emperadores de la antigüedad. (Esto, una anécdota sin importancia, es negada radicalmente, ahora, por los historiadores de la parte republicana).
El colmo de los disparates fue la entrada en Teruel del general Rojo montado en caballo blanco por el Rabal (Arabal de Teruel), a imitación de los emperadores de la antigüedad. (Esto, una anécdota sin importancia, es negada radicalmente, ahora, por los historiadores de la parte republicana).
No tenemos ninguna esperanza de que se
logre una vía de entendimiento y se vaya a una visión objetiva de la Guerra
Civil Española (36-39). ¡No la tenemos! Y no la tenemos, porque el mal está en las
Facultades Universitarias, donde se “enseña” (se adoctrina) al estudiar la Historia.
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Un ejército es un arma de guerra, como las pistolas, tiene que estar bien "engrasado". Nos guste o no nos guste, para ganar una guerra es necesario que las tropas estén bien entrenadas, bien avitualladas y bien "mandadas". En la foto, el ejercito de Franco desfilando.
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