ENSAYO GENERAL
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Era costumbre en la villa de Teruel
que los alcaldes hicieran justicia, todos los días, en la puerta de sus casas.
Pero el jueves era día especial y el Juez de la villa, según Fuero, se sentaba
en la puerta de Santa María de la Media Villa para resolver los pleitos de
mayor cuantía.
Aquella tarde del jueves, 16 de enero
del año 1217, estando a punto de cerrar el último pleito se sintieron voces y
gritos que llegaban del portal de Daroca y de la morería. Los guardias del
Concejo traían un hombre preso. Ese hombre, un fornido guerrero decía ser Diego
de Marcilla. Nadie daba crédito, pues se le consideraba muerto. Estando en
presencia del Tenente y del Juez Domingo de Zeladas apareció su hermano que inmediatamente
lo reconoció…..
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