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viernes, 25 de noviembre de 2016

Noviembre2016/Miscelánea. LOS JUGUETES EN ÉPOCA NAVIDEÑA (PAPA NOEL Y REYES)

LOS JUGUETES
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Acaban de depositar en mi buzón de correos un libro que tiene en total, contando las cubiertas (tapantas decíamos de niños) 220 páginas a una media de 5 juguetes por página da un muestrario total de unos 1.100 juguetes (mil cien). Es una cantidad abrumadora para un niño que, según la edad, no tiene todavía claros los criterios de selección y que, seguro, se dejará llevar  por sus impulsos. Uno de esos impulsos, desconocedor del valor de las cosas, es el ya famoso: ME LO PIDO. De entrada todo o casi todo le gustará, por ello tendrá / tendría que haber junto a él, una persona mayor que lo asesorase.
El juego es entretenimiento y diversión. Es la forma de estar mientras pasa el tiempo o pasar el tiempo lo más distraidamente posible. Por lo tanto, el juego no requiere necesariamente energía / esfuerzo, ni inteligencia, ni poner especial atención en él. El juego, en su esencia, acoge a toda la población sin que haya distinción de nivel intelectual, ni social. Por todo ello y, esto es esencial, el juego no requiere  esfuerzo.  Un niño mientras camina lleva un gancho con un aro que va rodando tranquilamente delante de él. ¡Está jugando! El juego es el factor de socialización más importante que conozco.
Lo contrario al ocio es el negocio. Lo contrario al juego es el trabajo, el esfuerzo, el estudio.
Los ingleses, cuyo mayor negocio es la enseñanza de la lengua inglesa, fueron los primeros en descubrir esta fuente inagotable de riqueza que yacía, como sondormida, en el juego. Ellos fueron los primeros en proponer una técnica de aprendizaje que, hasta la fecha, les ha dado muy buenos resultados: se trata del APRENDIZAJE SIN ESFUERZO.
¿Cómo aprender sin esfuerzo? Hay básicamente dos métodos. El primero de ellos se basa en el Constructivismo. Si aprendes la lengua materna de forma natural, de la misma manera puedes aprender otra (la lengua inglesa) si desde pequeño estás en contacto y creces, con y en esta lengua. Hace pocos días veía en Zaragoza un anuncio que decía: Clases de inglés para bebés. La otra forma consiste en aprender jugando. Si el juego es una actividad lúdica que no requiere esfuerzo, podemos introducir de forma solapara contenidos culturales que el niño irá progresivamente y sin esfuerzo interiorizando. De esta forma no habrá “resistencia” al aprendizaje.
Es de esta forma tan perversa como hemos convertido el juego en trabajo y el trabajo en juego. “Aprender jugando” o “jugar aprendiendo”. Los padres han aceptado  tales pautas educativas con alborozada alegría y van locos comprando juguetes educativos a los niños: ERROR TOTAL.
Los padres de hoy día, ante la avalancha de estímulos que llegan hasta su niño; la lluvia de regalos, juegos y agasajos que recibe el niño y que le producen una desmotivación progresiva y alarmantes, se acogen a un clavo ardiendo para que su hijo/a, se motive y aprenda.  Porque, después de todo, lo primero y principal que quiere un padre es que su hijo no sea un imbécil. Aquí, seguimos a Fernando Savater: “La palabra imbécil es más sustanciosa de lo que parece, no te vayas a creer. Viene del latín baculus que significa bastón: el imbécil es el que necesita bastón para caminar…. Si el imbécil cojea no es de los pies, sino del ánimo: es su espíritu el debilucho y cojitranco, aunque su cuerpo pegue unas volteretas de órdago.”
Llegados aquí, cabe preguntarse… ¿qué juguete debo comprarle a mi hijo? Desde luego el juguete tiene que ser apropiado a lo que la esencia del propio juego nos manifiesta. Si educamos e instruimos /educamos e instruimos…pero si jugamos… ¡jugamos! Si hacemos trampas desde un principio, pronto o tarde se descubrirán y entonces será todavía peor.
Pero si usted quiere un consejo útil, acuda a quien de verdad puede dárselo, acuda a un pedagogo. Su misión, su profesión es conducir al niño. Él, sabrá cómo. 
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La educación de un niño debe estar conducida de forma eficaz por un pedagogo.
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Es importante saber elegir correctamente la dirección adecuada.
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