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sábado, 19 de noviembre de 2016

Noviembre2016/Miscelánea. EL OTOÑO EN TERUEL ES HOJA VERDE Y ES AMOR

El otoño es hoja verde y es amor. A veces, no es preciso hacer nada para que las cosas sucedan o para que el mundo gire a tu alrededor de forma infatigable. También suele pasar a veces, pero sólo a veces, que anochece la luna más grande y más luminosa jamás vista en muchos años sobre el horizonte. Cuando todo ello y mucho más sucede con tan sólo sentarte en el banco de un parque y esperar… estás en el otoño. Quizás estés en el otoño turolense pero entonces, también entonces, lo notarás rápidamente por el brillo inexplicable de las hojas verdes girando sobre sí mismas y cayendo pacíficamente sobre el suelo de algunos de los parques de la ciudad. También verás un sol tímido y cansino arrancando los últimos reflejos a los azulejos verdes de las torres moras. Es cierto, en el otoño turolense se rinde tributo al mudéjar, al modernismo y como todo el año, al AMOR. Ahora ya, doblando la mitad de noviembre y estirándose la noche en sus dos extremos, el amor se hace de chocolate con churros y de mesa camilla, de tertulia de bar y de paseo romántico y solitario por la barbacana del Óvalo. Doblando las esquinas amarillas de las calles, quizás, si pones mucha atención, veas a la última beata atarse la mantilla soplada por el viento y a un perro, unido a su amo por una correa, marcar territorio entre dos escaparates. Los ciegos en Teruel, y sólo en Teruel, sienten el ocaso por el estruendo de los enamorados al besarse en este justo instante, al devolverse el beso negado, ese beso hurtado y enterrado en una capilla de San Pedro hace 800 años. Aciertan a decir, gentes venidas de lejanas tierras, que el otoño en Teruel es trágica maravilla. Es la espina del tiempo colgada en el vacío eterno del amor y siempreviva dorada cayendo de los muros viejos de esta vetusta ciudad. El otoño en Teruel es hoja verde y es amor.
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