EL ÓVALO
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La villa de Teruel se construyó en
una muela sobre el camino que unía Valencia con Zaragoza. Por aquí pasaban de
tarde en tarde las caravanas que, dado la peligrosidad de los caminos, estaban constituidas por el agrupamiento de
varios contingentes para su mejor defensa. Al llegar a Teruel se encontraban
con que la villa tenía dos puertas, la de Guadalaviar y la de Zaragoza. Por la
noche se cerraban las puertas de la villa, luego ciudad y, como consecuencia de ello, los viajeros
que no podían entrar se establecían en las explanadas delanteras. Así tenemos
el Óvalo construido sobre una barbacana o antepecho de ciudad amurallada. Por
la otra parte, frente a la puerta de Zaragoza, la misma circunstancia dio lugar
a otra explanada entre la plaza Domingo Gascón y la ronda de Dámaso Torán (zona de ferias y mercados populares). Hasta hace poco tiempo, desde el Óvalo y desde la Ronda, salían los autobuses a los diferentes pueblos de la provincia. El Óvalo,
por la razón que sea, ha tenido siempre el mismo nombre si exceptuamos el
último periodo, tras la guerra Civil (36-39), en que se le dio el nombre de Paseo
del Generalísimo Franco.
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