FEDERICO I EL LIBERAL
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El liberalismo es una doctrina
política, económica y social que se ha desarrollado en nuestro ámbito
geográfico durante los siglos XIX y XX. Podemos distinguir dos etapas, a groso
modo: el Liberalismo clásico, hasta los años 30 del siglo pasado y el
Neoliberalismo, desde entonces, hasta la fecha.
En España, país poco desarrollado
industrialmente, las doctrinas económicas del liberalismo nunca se han
desarrollado en toda su plenitud. Sin embargo, el Liberalismo, sí que ha sembrado nuestra historia de ricos y
valiosos contenidos que han llegado hasta nosotros y que ahora se defienden, hasta desde posiciones Socialdemócratas.
Es Liberalismo nace a finales del
siglo XVIII y en España se desarrolla con, pero sobre todo, a la muerte de
Fernando VII (el rey Felón). El Trienio Liberal (1820-23) ya dio algunas
muestras de lo que el Liberalismo podía dar de sí en España. Nace pues, con un
gran adversario que lo fortalece en la lucha, se trata de Carlismo, doctrina
reaccionaria y partidaria de la vuelta a la monarquía absoluta (Carlistas
contra Isabelinos).
Algunos datos del Liberalismo español
son, por ejemplo:
La actual bandera española, cuyos
colores ya se utilizaban como banderín de enganche para la lucha contra
Napoleón.
El sistema constitucionalista,
empezando con la madre de todas las constituciones: LA DE CÁDIZ (la Pepa, 19 de marzo de 1812).
Las desamortizaciones de los bienes
de la Iglesia. El liberalismo español tuvo que hacer frente a tres guerras
civiles en la península y a las guerras de independencia en América, por ello
necesitaba mucho dinero.
La creación del ejército. Se trata de
un ejército popular de levas. Podías librarte del servicio pagando a otro. Víctor
Pruneda, siendo alcalde de Teruel, libró a todos los mozos del servicio militar
mediante el pago vecinal de los sustitutos. Fue sacado a hombros (como los
toreros) y paseado por la ciudad. El ejército de levas lo suprimió Aznar, con
la opinión en contra de Felipe González. Los ejércitos de levas universales tuvieron
carácter revolucionario y jalonaron el país de PRONUNCIAMIENTOS”.
Una escuela pública, universal y
gratuita. Ley Moyano. Como no había dinero se encargó de la misma a los
Ayuntamientos. Funcionó mal y los maestros pasaron hambre. Es a principios de
siglo XX, cuando Romanones incorpora los sueldos de los maestros a los
presupuestos del estado. En Guadalajara le levantaron (los maestros agradecidos)
un monumento.
El desarrollo de Higiene y la Salud Pública
es una preocupación que nace ya en el Trienio Liberal y en la que trabajó una comisión
de las Cortes en la que estuvo Lagasca. Un PRACTICANTE, es un titulado experto
en los partos. Los partos higiénicos (hervir agua), sacar los cementerios de
los pueblos a lugares ventilados, desecar las lagunas, etc.… dio lugar a un “bum”
demográfico, a la expansión de las ciudades ocasionando el derribo de las murallas.
Primer desarrollo industrial. En el
año 1901 Teruel es la última capital de provincia española a la que llega el ferrocarril.
Así, pues, se crea una red básica capaz de conectar toda España. Lo sabemos
bien, los ferrocarriles no se hacían con la iniciativa privada sino, con
concesiones del Estado y a ellas acudían empresa (muchas de ellas extranjeras)
a lucrarse. La primera Huelga General de España se hizo sólo en Barcelona,
dando con ello idea del débil desarrollo de la industria y del poco peso del
proletariado en España.
La banca, el libre comercio, la
libertad individual, el constitucionalismo, los pronunciamientos militares, las
guerras civiles, una aristocracia atávica, una burguesía débil y una Iglesia
reaccionaria, asentada como un Señorío, con base en los obispados y dominando
la economía y las “conciencias” de todo un pueblo, son algunos datos para
entender como “navegó” el Liberalismo en
España.
España, realmente, cambia en los años 50 del
siglo pasado, cuando la población marcha definitivamente a las ciudades y se
crean las clases medias. España hoy es Urbana (véase la despoblación de Teruel)
Se trata ahora de saber, cual es el
papel del Neoliberalismo en España y que recetas nos aporta Federico I de
Orihuela o el Liberal.
No se trata, como suele hacer
Federico, de dar mandobles a “diestra” y siniestra” (alguno siempre habrá que
dar), se trata, por el contrario, de saber que aportaciones va o puede hacer el
Neoliberalismo a la política, la economía y la sociedad española del siglo XXI.
Muerto el Carlismo (a Dios gracias),
veamos, sosegadamente, si el Liberalismo / Neoliberalismo todavía tiene pulso, empente, rasmia… Se trata de
saber, qué de positivo nos puede aportar y, si es así, bien venido sea.
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