Se mantiene en nuestra ciudad, viva, la costumbre de "pasar la Virgen" de casa en casa o de piso en piso. Se trata de una imagen de la Inmaculada Virgen María cuya corona es, también, el símbolo de la Unión Europea. Nada tiene esto de extraño si recordamos que Europa ha sido siempre el eje del cristianismo y el Sacro Imperio Romano Germánico, su bastión mas poderoso. España es hija de la cultura judeo-cristiana y los reyes que conformaron la unidad de España se llamaron Católicos. La religión católica está muy arraigada en nuestro pueblo y no es raro ver a los alcaldes y concejales socialista acompañar las procesiones de las fiestas mayores o de Semana Santa. Entre tanto, la Virgen rota de casa en casa y permanece unos días en cada una de ellas. La Virgen lleva adosado a los pies un cajetín que recoge la piedad de sus fieles.
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La caja, abierta, con la figura de la Virgen se coloca en lugar preeminente de la casa.
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Tras una semana de hospedaje, la caja se cierra y se pasa a otro vecino.
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