BERNARDO ZAPATER Y MARCONELL
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“Fue éste nacido el día 19 de
agosto de 1823, en la ciudad de Albarracín y bautizado en la parroquia de Santa
María. Durante toda su larga vida dio ejemplo de amor entrañable por su ciudad
natal, pues vivió durante gran parte de la misma desempeñando su ministerio
sacerdotal en Albarracín, en donde finalmente le sorprendió la muerte el 26 de
diciembre de 1907, después de llevar una vida cuyas más salientes
características fueron la virtud, el patriotismo y el entusiasmo por las
Ciencias naturales, entusiasmo éste que fraguó en un constante trabajar, ya en
el campo colectando incesantemente objetos naturales, ya en su hogar, en donde
se afanaba clasificando el producto de sus excursiones, escribiendo numerosas
cartas a los científicos con quienes estaba en relaciones epistolares
constantes y dedicándose al estudio de la Entomología, la Botánica y las
Matemáticas, sus tres más relevantes aficiones.
Su gran entusiasmo por todo lo
que significase el progreso de las ciencias y en especial por el florecimiento
de la Ciencia Natural le llevó a figurar entre los hombres que en aquella época
hicieron salir de su marasmo a ellas, Por consiguiente le vemos figurar entre
los veintiséis naturalistas que por iniciativa del zoólogo Pérez Arcas fundaron
en 1871 la Sociedad Española de Historia Natural, que fue durante algunos años
la única expresión en nuestra patria del cultivo de esta ciencia. También fue
socio de la Sociedad Aragonesa de Ciencias Naturales, siendo presentado en la
primera sesión que ésta celebró, el 19 de febrero de 1902, cuando contaba ya
setenta y siete años, adquiriendo, por su precoz asociación la categoría de
Socio Fundador de la misma, como ya lo era de la Española.
Don Bernardo Zapater cultivó
varias especialidades dentro del ancho campo de las Ciencias naturales, no
limitándose a una sola rama., lo que le dio una extensa cultura relacionada
con sus variadas aficiones. Aunque quizá no he tenido noticia de todas las
noticias debidas a su genio, entre las que he podido anotar figuran escritos
relacionados con la Entomología, la Botánica, la Malacología, la Prehistoria y
las Matemáticas, la variedad de cuyos asuntos nos muestran bien a las claras la
inquietud intelectual de este albarracinense que, como nos cuenta el P. Navás
en la sentida nota necrológica que en su memoria publicó en el Boletín de la
Real Sociedad Española de Historia Natural, cuando ya anciano las decaídas
fuerzas no le permitían actividades excursionistas, se dedicó asiduamente al
estudio de las lenguas y de los entretenimientos matemáticos, de los que tenía
escrito un volumen.”… Teruel nº 1- PP, 12 y 13. IET.
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Estrella mudéjar en el "Jardín de los Botánicos" de Encinacorba.
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De la Miscelánea Turolense de Domingo Gascón
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Recordatorio en Encinacorba.
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Colaboración en la Miscelánea Turolense.
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Mariano Lagasca y Segura, príncipe de los botánicos españoles, en un jardín de Encinacorba.
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