INCUMPLIMIENTO DE LAS NORMAS URBANÍSTICAS EN SAN JULIÁN
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Cuando reformé mi cuarto de baño,
en Teruel, tuve que pedir los consiguientes permisos al Ayuntamiento, pagar las
tasas, colocar un contenedor en la calle debidamente delimitado con la ayuda de
la policía local, depositar una fianza y, finalmente, una vez terminadas las
obras y pasados dos meses recuperé la fianza depositada. En la misma ciudad,
Teruel, ciudadanos con los mismos derechos y las mismas obligaciones no hacen
nada de esto que cuento. Es más, ¿Qué dirían ustedes si esos otros ciudadanos,
con la misma normativa vigente, construyeran parte de su vivienda en la acera? Pero
no acaba ahí la cosa… ¿Qué se podría pensar si los ciudadanos, anteriormente
señalados, construyeran parte de su vivienda ocupando la calzada?
Efectivamente, dirían que eso es
una “fabela” o un “gueto”, en definitiva, un espacio público donde no se cumple
la ley y la autoridad lo sabe, lo conoce y lo consiente. Así es la llamada
calle-barrio Pomecia, un área urbana que se ha desarrollado sin control alguno.
Un desastre urbanístico al que los diferentes alcaldes de la capital no han
querido mirar y han dejado que la “bola ruede” y que sea el siguiente alcalde
el que lo solucione si puede. Con ocasión del proyectado Hospital del Planizar,
al otro lado del collado, estos terrenos se han puesto en valor y los
problemas, cuando hay dinero por medio, se agudizan. De momento, las aguas han
vuelto a la calma en espera de la decisión definitiva sobre la ubicación del
hospital afectado por un informe sismológico.
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En este caso, parte de la vivienda está sobre la acera.
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Acera y vía pública invadida.
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La casa se ha ampliado ocupando parte de la calle.
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La acera ha desaparecido y parte de la calle se ha ocupado.
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El Ayuntamiento ha colocado la placa de cerámica y no ha dicho nada del desastre urbanístico que se materializa en el "barrio".
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Una acera que topa con un casa.
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Aspecto del barrio.
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Iniciando la rambla del Chepa.
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