En el llamado Campo del Toro del Paseo del Ejercito de Cariñena, hay una fuente romántica coronada por un toro "encabritado". Del vaso de la fuente surge una columna en forma de búcaro que suelta en su cúspide unos finos chorrillos de agua. Sobre la columna apoya un torico sus patas traseras. En este lugar debieron de hacerse antaño corridas de toros pues así nos lo indica el topónimo. El conjunto monumental se realizó en el año 1948, casi 100 años después que su homónimo turolense, siendo su autor Francisco Bretón y alcalde de Cariñena, Andrés Suso Tello. Como puede verse, el de Teruel, es un toro más "serio" y asentado. Está apoyado en sus cuatro patas y marcando bajo la estrella (actuel) el emplazamiento de una ciudad. Teruel adquiere el título de ciudad en el siglo XIV, Cariñena, en el siglo XX.
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Torico de Cariñena, obra de Bretón 1948.
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Campo del Toro en el paseo del Ejercito.
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El Torico de Teruel, mediados del siglo XIX.
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