LA MUJER ARAGONESA
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La mujer aragonesa, semejante a la mujer de España, no tiene debilidades materiales, pero es más madre que la madre espartana. Educadora de sus hijos, si alguno de ellos es desaplicado, enciérrase con él para obligarle a estudiar, y no es raro verla aprender las asignaturas que cursa con objeto de tomarle las lecciones. Ni el frío ni el calor le asustan; ella piensa que no tiene derecho a comodidades, viéndose privado de ellas el amado hijo. Si cuenta con fortuna, instruye a las hijas en casa, colaborando con los profesores en su educación, porque no quiere que las hijas sufran en el colegio influencias extrañas. El tipo de la institutriz no arraigará nunca en Aragón. Las madres considéranse en el deber de educar a sus hijas y no quieren ceder a nadie tal derecho.
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El carácter de la mujer aragonesa escapa a un análisis superficial; si existiera en Aragón la mujer frívola, sería menos frívola que la mujer de otros pueblos. Supónese dura a la aragonesa por el vigor de sus carácter, fría porque es severa. Grave error. Su corazón posee gran fuerza pasional, ardiente en su temperamento, pero es tan alto el sentido de su dignidad, tan grande su pudor, que nunca manifiesta a un hombre todo el afecto que le inspira. Teme dar más amor del que recibe, y si cree inspirar menos cariño que siente, sabe morir de amor, sin decir que muere.
La mujer aragonesa hállase perfectamente equilibrada; clarísima en su corazón, posee grandes facultades afectivas, pero oculta la ternura de sus alma, como los estoicos ocultan el dolor."
Miscelánea Turolense, nº 21.( 20/03/1897)
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GRAN ENCICLOPEDIA ARAGONESA
Alcañiz, T., 11-XII-1850 - ?, ?).
Escritora y publicista. Estudia en su ciudad natal, en Zaragoza y Madrid, donde
en 1870 se introduce en el ambiente intelectual, publicando en el periódico El
Argos. En 1872 funda La Ilustración de la Mujer. Casada en julio de 1879 con
Francisco P. Flaquer (periodista catalán) se traslada a México en 1883, donde
continúa el trabajo realizado en Madrid publicando ese mismo año La Ilustración
Hispanoamericana, titulada El Álbum de la mujer. En 1889 regresa a España,
siendo llamada posteriormente para pronunciar conferencias en diversas ciudades
de Europa y América. Se ignora la fecha y lugar de su muerte.
La idea central de su obra es la
exaltación y defensa de la mujer, como ella misma escribía en el primer número
de su Álbum. Esta idea es la constante de todos sus trabajos, tanto literarios
como periodísticos (estos últimos los más abundantes). Fue una de las primeras
mujeres periodistas.
Sus obras más importantes, además
de las citadas, son, entre sus novelas, El doctor alemán (Zaragoza, 1880),
¿Culpa o expiación? (México, 1890), y Una Eva moderna (Madrid, 1909); de sus
ensayos y estudios destacan La mujer española (1887), La mujer ante el hombre y
La mujer juzgada por una mujer (1882), Madres de hombres célebres (1895), Evangelios
de la mujer (1900), La mujer intelectual (1901); sus conferencias y lecturas
principales: El problema feminista (tres ediciones); La ilustración de la
mujer; Civilización de los antiguos pueblos mexicanos (1890); Influencia y
acción social de la mujer; La mujer antigua y de espíritu moderno. En 1896
publica en Zaragoza un artículo titulado «La mujer aragonesa», cubierto de
tópicos, en el que intenta ensalzar las virtudes de la mujer de esta tierra.
• Bibliog.: Libro de bautismo de
la iglesia parroquial de Alcañiz, tomo V, folio 109 v. Revista Teruel n.° 2
(1949) y n.° 13 (1955). Gascón, Domingo: Miscelánea Turolense; n.° 21 (1897).
Lizana Buñuel, M.: Alcañizanos ilustres.
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