España, como país perteneciente a
la Cuenca Mediterránea, siempre ha mantenido un alto nivel, tanto en la
cantidad de vino producido (tercer lugar del mundo tras Francia e Italia), como en calidad.
Recordar que la vitis-vinífera es un aplanta oriunda del área mediterránea.
Este año ha sido designado como Mejor
Vino Español 2013, el denominado Barón De Lajoyosa Gran Reserva 2005
(Bodegas Ignacio Marín-Cariñena), “que aparece en el decimocuarto lugar del “TOP
100″ del mundo de los más premiados, con 6 galardones en 5 concursos y 192,45
puntos.”
La provincia de Teruel no es una
zona específica del vino, ni mantiene ninguna "denominación de origen" sobre este
producto. Sin embargo, desde los tiempos de la reconquista, que sepamos, se
cultivó la vid, entre otras razones por la necesidad que hay de este líquido para celebrar
la misa. Gaspar Sánchez Muñoz en su “Diario” cita sus “parrales del Cubo” y
hasta los años 50 y 60 del siglo pasado las vides abundaban sobremanera en el
entorno de Teruel: se nombra la zona de Las
Viñas en la carretera de Alcañiz, Concud y Caudé. Todo el Jiloca ha
producido gran cantidad de vino pero, Báguena Burbáguena y San Martín del Río
han sido las últimas cooperativas en cerrar. Está en trance de cerrar Muniesa
(600 cargas de uva), pero existe una zona en la que de nuevo se está plantado,
se trata del Matarraña.
Por lo demás, muchas de las
labores agrícolas que se realizan sobre esta planta se han mecanizado. Hay
tareas que difícilmente se podrán mecanizar, como la poda, aunque se haga ya
una “prepoda” mecánica.
Cogida la uva, llegan las grullas en su paso
hacia África y con el cambio de hora parece que nos adentramos definitivamente
en el invierno. El invierno es época de poda y de bodega, tareas de las que ya
hemos hablado en este blog.
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PINCHAD AQUÍ:
Así quedan la cepas, tras la vendimia mecánica.
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El raspajo queda en la vid y la máquina tan sólo absorbe los granos.
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Color de la viñas en otoño.
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La flecha señala el sur.
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