A LA MESA DE LAS CORTES DE ARAGÓN
Doña Erika Sanz Meliz, Diputada del
Grupo Parlamentario Podemos Aragón, de acuerdo con lo establecido en el
artículo 191 del Reglamento de las Cortes de Aragón, formula a la Consejera de
Educación, Cultura y Deporte, para su respuesta oral ante el Pleno de la
Cámara, la siguiente pregunta relativa a la recuperación de la catedral de Jaca
como bien de dominio público.
ANTECEDENTES
El 8 de octubre de 2015 se aprobó en
esta Cámara una proposición no de ley relativa a la recuperación de la catedral
de jaca como bien de dominio público. En su primer punto, dicha proposición
establecía que las Cortes Instaban al Gobierno de Aragón a “redactar los
informes jurídicos que permitan iniciar, en su caso, los procedimientos
judiciales necesarios para anular la inscripción registral de la Catedral de
San Pedro de jaca por el Obispado de Jaca y reclamar la titularidad para la
ciudadanía aragonesa”.
PREGUNTA
¿Tiene ya en su poder el Departamento
de Educación, Cultura y Deporte los informes jurídicos solicitados por el
Director General de Cultura y Patrimonio para iniciar los procedimientos
judiciales para anular la inscripción registral de la catedral de Jaca por el
obispado de Jaca y reclamar la titularidad para la ciudadanía aragonesa.
Zaragoza a 4 de marzo de 2016
La Diputada
Erika Sanz Meliz
*
¡DEJAD EN PAZ LOS TEMPLOS!
El anticlericalismo ha sido una actitud muy aplaudida en España y, a menudo, adobada con mucha y rancia demagogia. Manifestarse anticlerical era signo de progresía y despertaba inmediatamente el aplauso general. Pero, hoy día, no vamos a caer tan fácilmente en ese exabrupto histriónico y letal.
*
¡DEJAD EN PAZ LOS TEMPLOS!
El anticlericalismo ha sido una actitud muy aplaudida en España y, a menudo, adobada con mucha y rancia demagogia. Manifestarse anticlerical era signo de progresía y despertaba inmediatamente el aplauso general. Pero, hoy día, no vamos a caer tan fácilmente en ese exabrupto histriónico y letal.
*
Una sociedad es civilizada cuando
establece y comparte un código de conducta pactado conforme a normas acordadas
o determinadas por la costumbre (derecho consuetudinario) y asumidas como positivas (como buenas para el
conjunto de la sociedad o de la tribu). Cuando los romanos llegaron a la Península
Ibérica, lo mismo que cuando los españoles llegamos a América, llevaron la
civilización. En esos momentos la civilización significaba, no hacer sacrificios
humanos a los dioses, a unos dioses nacidos de culturas y “civilizaciones”
superadas. La sociedad incardinada en religiones, desde sus orígenes, continuó
haciendo sacrificios no cruentos. El ayuno, la mortificación, el cilicio, la
abstinencia, la limosna, el diezmo, las primicias, etc. Se trataba de ganarse
el cielo, pero también de alcanzar un ideal supremo: la comunión con Dios.
Las nuevas religiones nacidas del
materialismo histórico también precisan de ritos y de “sacrificios” para
aplacar las iras de los líderes supremos (Marx, Lenin, Stalin, Mao…). En Aragón
conocemos esta práctica, más y mejor, que en ninguna parte de España. Se
trataba de inmolar la vieja religión en el altar del nuevo Dios llamado
Progreso y Justicia Social. Entraron desde Cataluña en 1936 y encontraron
pronta colaboración entre los que desde aquí aspiraban a lo mismo. Quema de los
archivos y registros de la propiedad. Abolición de la propiedad. Fusilamiento
de los curas, de los ricos y la traca final… la quema de las iglesias. El viejo
templo sirvió durante un tiempo de almacén de la comuna. Una comuna que se
prometía a sí misma una era dorada con los bienes de los ricos. Se inmoló en
ese altar el cordero pascual y el humo del sacrificio llegó a las narices de
los líderes supremos. Olía mal y derramaba sangre por todos los lados. La II
República (ante tal disparate) eliminó el Consejo de Aragón y, luego, la dinámica de la guerra dejó ver los
restos del naufragio. Hoy se habla del monasterio de Sijena y, aún más, se
puede hablar de cientos de pueblos de la mitad oriental de Aragón que todavía
conservan las huellas de aquel sacrificio.
Parecía que las aguas se estaban
calmando, que la cordura había llegado al hombre. Parecía que habíamos
entendido conceptos como religión o grupo humano que practica unos ritos
sagrados dentro de un templo destinado a tal fin. Pero todo era fantasía. De nuevo
la barbarie nos invade y nos perturba.
Podemos, que es un partido ateo, que
no cree en la religión tradicional practicada en España desde el tiempo de los
romanos, apetece de la catedral de Jaca. Un contrasentido, una sinrazón. Las
iglesias, las catedrales, los templos en general, están hechos (con papeles o sin ellos) para practicar el culto y, sin
culto, sin rito, no tienen sentido, no son nada.
La catedral de Jaca ya es patrimonio
de todos y todos lo sentimos así. Del mismo modo que la catedral de Teruel, las
de Zaragoza y la de Albarracín. Hasta ahora los Gobiernos han ayudado a su reparación
y recuperación como un patrimonio de uso fundamentalmente religioso, pero
también bien cultural, que la Iglesia Católica nos ha hecho, milagrosamente,
llegar hasta nuestros días.
Haría bien Podemos dedicándose a
otros menesteres, como por ejemplo la creación de puestos de trabajo, de
riqueza, de buena educación… y no despertando fantasmas de un pasado que ya no
queremos repetir y que rechazaremos siempre aunque nos lo evoquen a cada
momento.
Mal compañero de viaje se ha buscado el PSOE. Parece que la sensatez les abandona a cada momento pues, día a día, los populistas van señalándonos los perfiles de su intransigencia y de su carácter autoritario y dictatorial.
Mal compañero de viaje se ha buscado el PSOE. Parece que la sensatez les abandona a cada momento pues, día a día, los populistas van señalándonos los perfiles de su intransigencia y de su carácter autoritario y dictatorial.
*