NUESTROS
MONUMENTOS
“Ahí está,
ahí está viendo pasar el tiempo.”
(Suburbano/Ana Belén)
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Valoramos nuestros monumentos por su armonía, por
su belleza, por su composición estética, por su simbolismo… sin embargo hay un
elemento de este análisis que no hemos valorado ni ponderado en su justa
medida. Se trata simplemente de estar ahí. De permanecer inerte e inmutable al
paso del tiempo. De ser referencia o referente.
El hombre, desde sus orígenes, quiso poner
señales referenciales sobre hechos sustanciales que le afectaban, así apareció
el menhir. Un menhir es una señal, una marca. Esa marca siempre ha estado con
nosotros. Un peirón, no es más que un menhir evolucionado. Un peirón es una
marca o señal de algo que interesa recordar y que recuerden las siguientes generaciones.
El hombre moderno sigue poniendo señales o
peirones y sigue manteniendo los antiguos signos identitarios. La Catedral de Teruel, el Torico, las torres
mudéjares… son nuestros peirones. Son nuestras señales de referencia más allá
de la historia o del arte.
Cuando un turolense vuelve a la ciudad al cabo de
veinte (20) o treinta (30) años de ausencia quiere “abrasar” sus ojos con
aquellas imágenes que siempre tuvo en su mente y en su recuerdo. Si algo cambia,
tuerce el gesto. Quiere revivir lo que ya posee como patrimonio personal en su
memoria fotográfica: “Mi ciudad”, “mi Torico”, “mi Catedral”…
Los progres de Madrid (Ana Belén y compañía) que
en principio serían partidarios de arrasar con el pasado y todavía más si es
monárquico, han triunfado con esta canción sobre la Puerta de Alcalá. La puerta
de Alcalá de Madrid es un monumento que no destaca por ningún aspecto estético.
¡No importa! Cumple para ellos y para todos los madrileños (de ahí el éxito de
la canción) con la tarea primordial, que ya deviene del hombre primitivo: ser referente.
¡Ahí está nuestra Catedral! Esta expresión que
denota un posicionamiento referencial del hombre respecto al objeto da, por sí
misma, un significado total al monumento.
Recuerdo que hace ya muchos años el locutor, Carlos
Hernández, hizo un programa en Radio Teruel con ocasión de la restauración del monumento
y fuente del Torico y que titulaba: “TORICO SÍ, O TORICO NO”. Salía con el magnetófono
a la calle y preguntaba a la gente sobre si estaban de acuerdo en quitar el
Torico, pues los valencianos hacían mofa de él.
Pienso que, desde aquel programa, precisamente
por cuestionar el monumento referencial, el menhir o peirón de los turolenses,
se reforzó con tal fuerza la presencia del monumento que hoy sería IMPOSIBLE
hacerlo desaparecer. Forma parte indivisible de todos los turolenses. Por ello,
que el símbolo de todos se utilice de forma partidista o particular, no es
aceptado con agrado por la gente.
Por todo lo dicho, restaurar la Catedral de
Teruel, es, también, restaurar y preservar nuestra memoria identitaria.
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PEIRONES Y MENHIRES
“La
palabra peirón en su etimología más próxima se relaciona con la occitana pèira
y significa “piedra” de igual significado que en su etimología latina. En el
sur de Aragón toma la forma de “pairón”. Es pues, una piedra, cuyo referente
más remoto es el menhir. Basándonos en este principio general podemos decir que
el peirón es una piedra-mojón. Una piedra con la que el hombre señala un lugar
específico por alguna circunstancia determinada.”
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SÍMBOLOS Y MONUMENTOS
Los símbolos o los monumentos
representativos de un una nación, ciudad o pueblo no tienen porque ser
forzosamente ancestrales. Así, por ejemplo, el símbolo de Teruel es un toro que
se representa en blasones y estandartes desde la Edad Media, sin embargo, el monumento
más representativo es la Fuente del Torico levantada a mediados del siglo XIX. El
monumento y símbolo de París es la Torre Eiffel del año 1887. Zaragoza puede
representarse con la silueta de la Basílica del Pilar, obra barroca, o con el
león rampante heráldico pero, recientemente, se prodiga más el león (los
leones) del escultor alcañizano Francisco Rallo en el Puente de Piedra. Los
leones del Congreso de los Diputados son del escultor aragonés, Ponciano
Ponzano y Gascón que los colocó definitivamente en el año 1865. Y así
sucesivamente…
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SÍMBOLO MARIANO
La teja de la capilla situada en el primer término de la fotografía es de color AZUL, esto es así, en todas las capilla dedicadas a la Inmaculada Virgen María.
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La Catedral de Teruel no es sólo un referente religioso. Alcanza a toda la historia y a toda la población de Teruel.
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El hacer humor con los símbolos de una colectividad acarrea el peligro de ser criticado severamente. Así ha sucedido y sucede cuando se menoscaban símbolos religiosos.
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