MUCHO AJO… PERO,
MUCHO MENOS
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Apenas un pantallazo (diría el Fari).
Me ha ofrecido la revista la charcutera de mi barrio, y la he cogido. Quizás
llevado por la nostalgia de aquellos originales programas que “antes” se hacían:
“DIARREO DE TERUEL”, “VAGINAS AMARILLAS”, “INTERVIU”. También, recuerdo lo “currado”
que estaba aquel “CALENDARIO” con un santoral completo. Imaginación, estilo,
elegancia, picardía y AJO… MUCHO AJO. He visto la portada de este año con su
llamativa cabecera: “NATIONAL AJOGRAPHIC”. Me he dicho, vaya hombre, no pinta
mal. En casa la he abierto y… ya está en el contenedor de reciclado de papel. O
se sabe lo que es la fiesta, o no se sabe. Una revista vaquillera tiene que
llevar, efectivamente: ajo, pimienta y mucha miga vaquillera. Tiene que ser
divertida, inquietante y atractiva. Tiene que traer propuestas nuevas e innovadoras y tiene
que dar cauce, bajo el paraguas de la alegría, a una fiesta siempre renovada para evitar caer en la borrachera.
A todo esto, no sé si os lo he
contado alguna vez: ¡YO ME VOY DE TERUEL, PARA VAQUILLAS! Y, realmente (aunque republicano), no se
por qué estoy criticando a los del Ajo, a fin de cuentas ni me va ni me viene el asunto. (Es una colaboración de Miszeláneo)
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Comiendo ajos, se evitan las picaduras de los escurzones.
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