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BANDO DEL COMITÉ REVOLUCIONARIO ANTIFASCISTA DE BELMONTE DE SAN JOSÉ (31/07/36).
" De orden del Comité Revolucionario y Antifascista, todos los hombres desde los 15 a los 70 años, deben concurrir a la placeta de la iglesia, provistos de toda clase de herramientas, para derribar y quemar los santos, de lo contrario serán pasados por las armas".
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Seguramente, este pregón, pueda
resultar hoy increíble o fruto de mentes
atrofiadas; quizás, haya gente que lo pueda poner en duda; de hecho, ya hay
quien niega las actuaciones descabelladas y sin sentido de los “Comités
Revolucionarios" en el Aragón oriental. Fruto de una mezcla de malsana ideología, de venganza e ignorancia añadida, se llegó a un nivel de inmoralidad e impunidad
injustificable e incomprensible. El sustrato ideológico sobre el que se
desarrolló la revolución socialista no tenía más horizonte que quitarles a los
ricos lo que tenían. De esa forma, las comunas duraron lo que duró la conserva.
El anticlericalismo fue un argumento que justificó muchas de las barbaridades
que se hicieron y, si se podía con el Clero (Señorío Eclesiástico), con que no
se podría. Luego aparecieron las rencillas personales y el momento de
saldarlas, fue ésta también, una ocasión propicia. No hay cosa que, personalmente, tema más
que a la masa impune practicando el linchamiento y, nada en el mundo, me produce más horror.
En mi familia, no se porque circunstancias o suerte, no hubo muertos ni
asesinatos ni en un bando ni en otro. Por ello nunca me ha llevado, al escribir
de estos temas, la idea de la revancha o de venganza personal. Simplemente creo
que hay que poner, si hay que ponerlos (allá cada cual) en cada platillo de la
balanza las culpas que a cada uno le corresponden y juzgar con imparcialidad.
La historia la escriben primero
los vencedores, luego los vencidos (en éstas estamos) y, finalmente, debería
quedar un poso de razonables respuestas a las preguntas que se hace la HISTORIA.
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