El invierno no ha sido muy crudo
y la siempreviva ha sobrevivido bien al olvido. Es el momento de volver al
pueblo para pasar el verano y parte del otoño, hasta Todosantos. Ahora la naturaleza
está en su mayor esplendor y los días son muy largos y de excelente temperatura.
Habrá que abrir la casa y ventilarla. Juntar a los de la asociación cultural
para mover actividades. Programar las fiestas mayores para cuando vengan los
veraneantes. Cargar la nevera y poner a punto los recibos impagados con el
Ayuntamiento. El verano está aquí y los nietos a punto de dejar la escuela. Los
pueblos de Aragón renacen por un tiempo y las calles vuelven a tener niños y
autos. Feliz verano en el pueblo.
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Las bicicletas y los pueblos son para el verano.
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Rosal silvestre o gabardera.
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