Se parte del santuario de la Fuensanta y tras atravesar este estrecho.
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LA APARECIDA
En el año 1238, según la tradición,
tiene lugar la aparición de la Virgen María a un pastor. El sitio elegido por
la Virgen para su aparición es un lugar
escabroso y de difícil acceso al que, recientemente, le han construido un
camino. A este singular puesto, que tiene una mínima capilla, se le llama “La
Aparecida” por ser el sitio primigenio de tan singular acontecimiento. Para
visitarlo se parte del santuario de la Fuensanta, al pie de montaña, y se
alcanza el lugar por una empinada cuesta en una media hora. El lugar en mayo es
encantador y las vistas del entorno desde las laderas de la montaña una
delicia. Hay también una senda o camino viejo que generalmente no usa nadie por
la enorme inclinación del terreno. Llegados al lugar, éste ofrece una estampa
bucólica de cuento pastoril. El viajero agradecerá el esfuerzo realizado por la
recompensa de tan esplendido y bello lugar rodeado de montañas negras y del verde
serpentear del valle del río Turia.
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Se toma el camino de la izquierda.
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Hay que subir una empinadísima cuesta.
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Tras recorre un tramo llano se llega a la ermita de La Aparecida.
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El lugar ofrece una bella estampa.
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El atrio, en el que descansar.
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La puerta estaba cerrada pero había velas recién encendidas.
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Cerámica con la imagen de la Virgen y adornos florales.
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Patrona de Murcia, Córdoba, Jaén, Madrid...
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La bajada se hace muy rápida, pero hay que detenerse de vez en cuando para admirar el paisaje.
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A la derecha el Turia, a la izquierda el valle regado por el embalse.
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Impresionante imagen del santuario de la Fuensanta desde La Aparecida.
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Otra imagen del santuario, encajonado en un barranco.
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