MUSEO DE LA LANA
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Decir lana es decir dinero. Desde
tiempos muy pretéritos, estas sierras del Sistema Ibérico se dedicaron a la
ganadería extensiva y a la obtención de la lana. Los pelaires aparecen como el
gremio más importante en las poblaciones del sur de Aragón. Desde luego, lo era
en Teruel ciudad. Una vez esquilada la oveja se iniciaba todo un largo proceso
hasta que esta fibra animal llegaba a ser un tejido de uso cotidiano. La lana
del Sistema Ibérico era trabajada en los múltiples telares establecidos en sus
poblaciones o bien viajaba a Marsella en Francia o Nápoles en la península Itálica.
En La Iglesuela del Cid, población donde vivieron importantes comerciantes de
la lana deja ver, todavía, el esplendor de otros siglos hasta que aparecen las
fibras vegetales. Tiene el lugar uno de los últimos artesanos textiles representado
en la figura de Fernando Puig. Visitamos este museo que hace un recorrido
completo en este extraordinario mundo de la lana y su confección en paños y
vestidos.
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