*
Todavía el Parlamento Español no
ha aprobado la nueva ley orgánica sobre la educación en España que propone el
Partido Popular. Por lo tanto, las pruebas evacuatorias que han hecho algunos
Gobiernos Autonómicos tienen su soporte legal en la actual y vigente ley de
educación. Las personas que han trabajado en la enseñanza, a ninguna se les
puede escapar, saben que el PSOE ha tenido un monopolio y una hegemonía total
en el discurrir tanto de las leyes como de su puesta en practica. El PSOE no
sólo ha elaborado las leyes orgánicas que la reglamentan y la hacen efectiva,
sino que ha colocado sus “cuadros” en todos los niveles de la administración en
este sector. Por lo tanto, la responsabilidad del resultado de las evaluaciones
que a nivel internacional se hacen, como el informe PISA, para conocer el grado
de adquisición de las destrezas instrumentales básicas de los alumnos es
responsabilidad del PSOE.
Nuestro sistema educativo es un
reflejo del inglés, hasta tal punto que se retrasó la edad en que el alumno
debería aprender a leer. Por ello los libros de texto eran un problema para los
profesores que, ya en primero de primaria, tenían unos contenidos altamente
superados por los alumnos españoles. Esto sucedía porque la lengua española
está muy normalizada y la lengua inglesa no. La falta de un currículo adaptado,
la ingerencia de los padres en el día a día de la educación, la relajación en
la exigencia general a los alumnos que se puso de manifiesto en el famoso
“PROGRESA ADECUADAMENTE”, la baja calidad de las Escuelas (Facultades) de
Formación del Profesorado y la nula selección de las personas que deberían
dedicarse a la enseñanza en España, han dado unos resultados catastróficos.
Sin embargo, el sistema educativo
español está basado o tiene como punto de referencia ESENCIAL, para consolidar
el progreso del alumno en las diferentes materias, en la EVALUACIÓN. Se dice
que la evaluación ha de ser CONTINUA y el profesor podrá hacer uso de todos los
resortes pedagógicos a su disposición para conocer en cada momento el progreso del alumno. El
profesor puede realizar pruebas verbales o escritas, de corrección de
cuadernos, de realización de fichas, de recensiones de libros, etc., etc.
Cualquier dato es bueno para que el profesor constate en qué medida el alumno
ha alcanzado el conocimiento de una materia y pueda pasar al siguiente nivel.
Cuando el profesor da una puntuación positiva, queda aprobado todo lo anterior, se hace tabla
rasa. Yo he firmado cientos de libros de escolaridad en sexto de primaria con
una “diligencia haciendo constar” que el alumno había superado todas las asignaturas
pendientes en su Educación Primaria. Si no hay evaluación, el alumno y el
profesor van “a ciegas” y se imparte un currículo sin que ambos sepan en que
medida se ha conseguido el tan cacareado aprendizaje
significativo de la materia.
En ello estábamos cuando se
cambia de Gobierno y el PSOE dice que no a las evaluaciones de Sexto de Primaria,
ya se hacen en Cuarto de Primaria. Es tal, el sofoco que llevan, que son
capaces de negar su propia teoría educativa. Aquí, en Teruel, hemos visto la
portavoz del PSOE pedir que no se evalúe a los alumnos en sexto. También, hemos
visto a las AMPAS y a los partidos de izquierda (en su conjunto) pedir la retirada de la nueva
ley de educación. Ambos gestos son, de una radicalidad extrema, porque cuestionan el
principio democrático del derecho a legislar por parte del partido que ha ganado (aquí
con mayoría absoluta) unas elecciones.
No se trata pues, de poner
remedio a un sistema educativo y evitar en lo sucesivo que el paro juvenil se
dispare hasta cotas inadmisibles, que ya lo está y mucho. Se trata de no perder
el control ideológico sobre una materia esencial y sensible, cual es la formación
de la personalidad del individuo. Así como el franquismo (en el que yo fui
educado) nos abocó a una sociedad que amaba profundamente la democracia, el
actual sistema democrático dirigido esencialmente por el socialismo está
construyendo personalidades sin criterio y que sólo saben guiarse por los eslóganes
que a diario les lanzan sus referentes políticos. El líder provinciano, en este
caso Mayte Pérez Esteban, nos repite la consigna de Madrid y lleva su
propuesta a todo los órganos políticos autonómicos y provinciales tengan o no
competencias en educación (Diputación Provincial, por ejemplo).
La situación actual de la
enseñanza requiere un cambio profundo, unas reformas sustanciales que me temo
no sea capaz de hacer el Partido Popular. Si las reformas fracasan fracasará la
sociedad española, no por un examen en Sexto de Primaria, sino porque el
conjunto del Sistema Educativo no funciona acompasadamente.
¡NOS TEMEMOS LO PEOR!
*