PINTURAS EN LA
CASA-PALACIO MATUTANO DAUDÉN
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Como no somos expertos en arte,
evitaremos emitir juicios sobre las pinturas de esta casa, mejor dicho,
palacio. Como fuimos en una visita guiada, de esas que son rápidas y vas de un sitio a otro sin
parar, apenas nos dio tiempo para fotografiar con detenimiento las pinturas que
aquí se exhiben. Pero como vemos que no suelen salir en Internet las mostramos
aquí. Empezamos con un retrato del oratorio dedicado a San Cristóbal. El
negocio de la exportación de la lana, primero por el Maestrazgo y luego por el
mar hasta Italia, requería de la
protección de ese santo que, mientras camina, lleva el niño Jesús a sus hombros. Es
un retrato dentro del estilo llamado rococó y según dicen los expertos de muy
buena calidad. En el primer salón vimos tapices y cuadros de escenas típicas
del campo y del divertimento general: Labores del campo (trilla), una corrida
de toros (a pie y a caballo), una cacería y el pastoreo del ganado. El segundo
grupo de pinturas se relaciona con la figura humana y ofrece una buena muestra de ropajes propios
de la realeza y de la alta nobleza. En primer lugar, las figuras míticas de los
Reyes Católicos aparecen en sendos retratos, de forma separada, pero colocadas uno al
lado de otra. Todas las pinturas adornan salones espaciosos de gran altura y
propios de la celebración de fiestas de alto rango. Choca todo este despliegue
decorativo con el entorno rural en que están ubicados tan suntuosos edificios,
y la falta de una clase nobiliaria que les de uso. Todo este lujo es fruto de
ese material tan humilde que procede de la oveja: la lana.
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Fernando II de Aragón
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Ysabel I de Castilla.
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Felipe IV
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