LOS AMANTES DE TERUEL EN LA CAPILLA HORNACINA DE SAN COSME Y SAN DAMIÁN
Por Chusé María Cebrián Muñoz
Por Chusé María Cebrián Muñoz
*
“Ayudados de Francisco Hernández, sacristán de dicha iglesia, cavaron junto al pedestal de dicho altar, de dichos Médicos y fueron hallados, en dicho lugar y puesto en una concavidad como de sepulcro dos cajones de madera juntos y dentro del uno se halló un cadáver o esqueleto que al parecer era de varón por tener las canillas y las demás partes de él recios, robustos y fuertes… junto, al dicho, se halló otro cadáver o esqueleto al parecer de mujer, por ser más pequeño y por no tener más de ocho palmos escasos.” (Protocolo de Yagüe de Salas)
*
Esta capilla es de alto significado para la ciudad y para la historia de Los Amantes de Teruel. Para intentar comprender algo de lo que en torno a este espacio sucedió a lo largo de los tiempos, vamos a ir por pasos. En primer lugar, la iglesia de San Pedro en su primitiva construcción parece ser románica, es el arte que baja con la reconquista. Según la documentación existente, se la cita en el año 1196. Y, según López Polo, en el archivo del Capítulo de Racioneros se indica que la actual iglesia gótica se estaba construyendo en el año 1319. Entre una obra y otra queda por medio el año 1217, año en que mueren Los Amantes de Teruel. De haberse enterrado en la antigua iglesia románica, cómo vinieron a parar a la nueva, gótica, y precisamente a esta capilla hornacina. Hacemos hincapié en lo de “hornacina” pues prácticamente no da lugar a enterramientos y menos suntuosos. Gabriel Yoli, el gran imaginero que hace el retablo de esta capilla, certifica su terminación en el año 1537. Es, sin embargo, en el año 1555 cuando con ocasión de unas obras en dicha capilla, se descubren las momias de los que dicen ser Los Amantes de Teruel. Hemos visto en este blog que los Sánchez Muñoz labran su capilla en San Andrés, donde deberán enterrarse todos ellos. Los Marcillas, otra de las grandes familias turolense, es sorprendente, tiene su capilla en la iglesia de San Francisco, extramuros de la ciudad. Los Pérez Arnal y Francés de Aranda en Santa María de Mediavilla. De la familia de los Segura, nada se sabe, es una familia que desaparece pronto de la historia de Teruel y posiblemente no les diera tiempo para hacerse con un lugar en sagrado. El que ha pisado esta capilla sabe que la única obra que se puede hacer en ella cavando en el suelo es la colocación del altar y poco más. A no ser que las tumbas ocupasen parte de la nave de la iglesia. Sin embargo, en el año 1619, Yagüe de Salas certifica el hallazgo, se hace la inhumación de los cuerpos y se describe con todo tipo de detalles la mortaja de ambos Amantes. Así pues, no cabe duda de que hubo enterramiento en tan escueto lugar. La certeza de que fueran Juan Martínez de Marcilla e Isabel de Segura, los que allí reposaban, lo dejamos al antojo del lector. Sin embargo, la explicación de por qué encontraron una tumba en dicha capilla, es muy sencilla a tenor de lo que llevamos dicho. Cuando se cambia la estructura de la iglesia, de románica a gótica, lógicamente la base de la misma se amplía. Esa ampliación de suelo se debió hacer, con toda seguridad, tomando terreno de fosal que, entonces y después, estuvo en esa parte de la iglesia, la zona conocida como “fosal de San Pedro”. La iglesia románica de San Pedro estaba perimetrada por la calle que pasa debajo de la torre, ahora calle Matías Abad, por la cuesta de San Pedro y, la cabecera, por la calle Caracol. Sólo había una zona por donde ampliar, esa zona era por la parte del cementerio. Así que se tomó de ahí el terreno y, a poco que se excavara en esa zona de la nueva iglesia que ocupaba el viejo fosal, salía una tumba, como así sucedió. Por ello, cuando se les hace a las momias de los Amantes la prueba del Carbono14 sale positiva, lógicamente, la tumba es anterior al siglo XIV, todo más, 19 años del XIV. La pregunta sigue siendo la misma, ¿qué razón o razones había para decir que esa tumba era de Los Amantes de Teruel? No lo sabemos con certeza.
*
Para saber más, pinchad aquí:
*
*
EL RETABLO DE GABRIEL YOLI
Por Santiago Sebastián
*
La obra tiene el sello inconfundible del maestro Picardo, pero, además, hay un documento de 1537 en el que Yoli declara haber realizado tal obra. En el banco se hallan, de izquierda a derecha los siguientes grupos escultóricos: Martirio de los titulares, La Piedad y el Milagro de la colocación de la pierna, que fue amputada a un negro. En la hornacina central están los titulares, de tamaño natural y en elegantes posiciones; su porte nos evoca a dos sabios renacentistas. San Lucas (izquierda) y la magdalena (derecha) ocupan las hornacinas laterales, estando sobremontados por dos tondos, cada uno de los cuales tiene una figura de la Anunciación. El Calvario del remate se aloja en un compartimiento ovalado. Cristo está acompañado por su madre y el apóstol Juan. Amorcillos portadores de escudos flanquean los extremos superiores.
Tiene una composición semejante al altar de Bolea, con una figura central de pie, flanqueada por dos laterales de pequeño formato. El interés por la figuras en pie aparece en el altar de Roda. Según WEISE, las escenas laterales del banco muestran otra mano. Grupo muy logrado por su ternura y sentimiento del dolor es la Piedad central.
*
La cofradía de Médicos y Cirujanos turolenses firman sus ordenanzas en el claustro de san Pedro el día, 7 de septiembre del año 1634.
*
Impresionante conjunto escultórico.
*
*
*
Weise dice que esta talla y la siguiente, no es de Yoli, que es de otra mano.
*
*