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jueves, 3 de enero de 2013

Enero2013/Miscelánea. EL BUEN VINO DE CARIÑENA

EL VINO DE CARIÑENA, NADA DEBE A ZARAGOZA
Por Chusé María Cebrián Muñoz
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Durante más de 100 años, los vinos de Cariñena han sufrido un verdadero calvario. La Filoxera, la superproducción, el descrédito, la venta a granel, la competencia desleal de los vinos artificiales, la falta de adaptación a los nuevos tiempos y a los nuevos paladares han minado la viticultura del Campo de Cariñena hasta descapitalizarla y hacerla casi inviable. Las ayudas europeas para la reestructuración del viñedo que comenzaron a finales del siglo pasado han supuesto un cambio radical del que se empiezan a recoger los frutos. Hoy, Cariñena, presume de unos caldos a los que se les abren nuevos campos a la exportación; desde China hasta Noruega, desde EEUU hasta  Colombia y Argentina.
Lo cuenta Eloy  Fernández Clemente en su libro “Gente de Orden” y lo recogen todos los estudios sobre la viticultura de Aragón. Seguramente Cariñena ha tenido mala suerte con la promoción de sus vinos pero, seguramente también, no haya habido ninguna otra zona vitícola en España más sañudamente (vocacionalmente) dedicada al cultivo de la vid a lo largo de la historia. Con la llegada de la Filoxera a la ciudad del Frasno, a principios del siglo XX, se desata una epidemia letal para la vid. Hay que arrancar las cepas infectadas y poner otras nuevas. La reestructuración supone poner un pie nuevo, generalmente vid americana, por ser resistente a la enfermedad y después injertar. Todo ello lo culmina de forma prioritaria Cariñena y, fruto de ese ejemplo,  de esa dedicación al cultivo, el rey Alfonso XIII le concede en 1909 el título de CIUDAD. La nueva plantación, mayoritariamente garnacha, recibe ahora nuevos cuidados, nuevos tratamientos y con ellos  produce mucha uva, pero también nuevas enfermedades por la humedad que favorece el frondoso follaje de la vid. Con todo ello la producción se dispara exponencialmente y Cariñena vende su vino a granel en Francia. Zaragoza no quiere vino de Cariñena, prefiere el vino artificial fabricado con alcoholes etílicos y colorantes. Del la venta de este alcohol se beneficia el Ayuntamiento de la Inmortal que cobra un impuesto a las alcoholeras radicadas en su término municipal. Cariñena responde con el famoso ESTATUTO DEL VINO que muchos han visto como precursor de las Denominaciones de Origen del vino español. En esencia, viene a decir el ESTATUTO, el vino tiene que salir de la uva. La reacción es un insulto a la inteligencia. Se le acusa a la propia Cariñena (que no llegaba a vender su producción, ni de lejos) de fabricar el vino artificialmente. Un despropósito que toma cuerpo en la población. Hasta no hace mucho, esta falsedad, era un relato que corría de boca en boca. Pasó malos años Cariñena y pasó gran desprestigio su vino. Sin embargo ahora, al menos San Valero, vende sobradamente su producción embotellada. Ha tenido que cambiar las variedades. Trabajar en las bodegas. Contratar buenos enólogos. Resultado de todo ello es uno de los mejores y, paradójicamente, más baratos vinos de España (porque pesa la mala fama). En Zaragoza siguen sin descubrir el vino de Cariñena y dándole la espalda. Claro que el zaragozano “gusanero”, no es muy dado a los descubrimientos. Recientemente un empresario del Reino Unido ha descubierto el moscatel de Encinacorba y ha comprado, sigue comprando, terrenos en la villa de Lagasca para plantar moscatel de Alejandría. El moscatel ya se embotella en San Valero. Se llama “Sierra de Vientos” y le ha puesto un precio: treinta y seis (36) euros el litro. La botella de medio litro vale 18 euros en la tienda de la cooperativa. Ese es su precio para un caldo de altísima calidad. La uva de moscatel requiere un tipo específico de tierra y de clima que sólo se da en Encinacorba dentro de la Denominación de Origen Cariñena. La cepa de este moscatel tiene que cultivarse en tierra que filtre bien el agua y orientada de forma que la uva no se queme con el sol, ni de la mañana, ni de la tarde. La vendimia se hace manual a finales de noviembre, cuando el azúcar ha alcanzado la máxima concentración. ¿Cómo explicarle a un zaragozano, y que no se ría, de que este moscatel ha sido galardonado con las máximas condecoraciones a nivel nacional?
Una cosa parecida pasa con el cava. Aragón es, después de Cataluña, la que más cava vende. La “garnacha vieja”, esa misma que tantos gestos de desaprobación ocasionaron a los zaragozanos, se lleva por miles y miles de cargas (una carga igual a 100 kilos) a Cataluña para hacer el mejor cava. Seguramente muchos zaragozanos beben cava hecho con uva aragonesa pero, ahora, sin gesto despectivo. El ecosistema de la Denominación de Origen Cariñena es considerado por los expertos como uno de los mejores de España. Seguramente, el vino de Cariñena está llamado a triunfar en los mercados. Ya lo hace a nivel internacional. Las Bodegas Ignacio Marín venden en todo el mundo. Pero sin duda alguna la deuda no estará saldada hasta que un zaragozano “gusanero” no entre en un bar y diga: ¡Camarero, póngame un Cariñena! Torres más altas han caído.
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En el mundo hay tres variedades de vides: la asiática, la americana y la europea (vitis vinifera). De las tres variedades, sólo la europea que ocupa ambas orillas del Mediterráneo, centro Europa  y alguna pequeña región  asiática, es apta para vinificar. Por ello el mercado del vino siempre tendrá una especial preponderancia en España. Si la actual crisis económica nos ha enseñado algo es que, ésta, no ha afectado particularmente a las zonas vitícolas. Cariñena está saliendo de la recesión en plena crisis económica. Es un dato a tener en cuenta.
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1 Carga de uva = 100 kilos.
Gusanero: En una ciudad "oasis" como Zaragoza, muchos ciudadanos desarrollan sus vivencias en un mundo interno y cerrado, a menudo impermeables a las influencias externas. Un gusano come la manzana hacia dentro. Este apelativo lo puso en boga la progresía zaragozana para poner en evidencia el rechazo con que se recibían las influencias externas durante el franquismo.
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