“QUE SE ENFRENTA CON EL ADVERSARIO”
(Antonio Abad)
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Ahí está en su azulejo, ajeno al parecer, a todo lo que pasa a su alrededor. Pero las cosas a veces toman vida, aunque sólo sea en el imaginario. Y un Santo, que por serlo tiene súper poderes, bien podría tomar vida en tan señalada fecha (17 de enero) y soplar en las brasas de la hoguera, "de su hoguera". Soplar hasta hacer que los sanjulianeros tornen de nuevo los ojos hacia su ermita y se decidan a arreglarla. La plaza, apenas un zalpau de tierra, acoge todas las buenas intenciones de sus vecinos. De los que pomposamente quisieron hacer, de un lugar tan escueto, un aplaza y colocaron ese azulado cartel. Ahora, ahí, aparcan tres coches y la cosa no da para más. De la Comisión de fiestas 1985-86 que en tales calendas remozaron la ermita, colocaron el azulejo, pero no llegaron las “perricas” para poner un portalámpara, ni bombilla. De los que colocaron el azulejo con el santo y la ramita seca de olivo y, por fin, de los que colocaron un campanil que tañe y llama a todos los perros y gatos de Teruel. San Cristóbal (o “Cristóbal” a secas), por favor, ya que pasas al costado de la ermita mil veces al día evitando que ningún camión haya tenido jamás, aquí, accidente alguno. Haz que con tu poder y el de Antonio juntos, la ermita vuelva a florecer y todos los animalicos de Teruel lo vean. Que lo vea: el perro, el gato, el gorrión, la cardelina, el loro, el hurón, la zorra, el burro, la yegua, el caballo, la culebra, la serpiente, el ratón, el buitre y el águila. Pero sobre todo, que salga de la corte y lo disfrute: el cerdo, el puerco, el cuto, el gorrino, el marrano, el guarro, el cocho, el cochino, el cuino… ¡Ah! y que no falte, ni el sorteo del cerdo, ni las tortas de cañamones. Que tampoco falte la hoguera, ni los bailes populares, ni la gaita y el tamboril. A pesar del estado lamentable de la ermita, vivámos las fiestas con alegría. Iniciado ya, en nuestro calendario anual, EL CICLO DE LA VIDA.
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