Cartel a la entrada de Luco de Bordón
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LUCO DE BORDÓN
(Primera parte)
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Actualmente es barrio de Castellote.
Se incorpora a este municipio en los años setenta del siglo XX. Originariamente
se llamó simplemente LUCO y fue a partir de mediados del siglo XIX (1857)
cuando empieza a llamarse DE BORDÓN, no por la localidad cercana, sino por la
Sierra de Bordón sobre la que cabalga y para diferenciarse de otros lugares
llamados LUCO. Dista 154 kilómetros de Teruel, 20 de Castellote y 4,5 de
Bordón.
Desde que hay datos históricos tuvo
relación de pertenencia con los Templarios, Sanjuanistas y finamente con el
Señorío de las Órdenes. Los núcleos de población habitados en su término
fueron: los Alagones, Cantera (despoblado) y Torremocha (despoblado).
Tiene una iglesia parroquial,
gótico-barroca siglo XVII, dedicada a San Juan Bautista y dos ermitas: La
ermita del Calvario y la ermita de la Virgen del Pilar.
Tuvo un pico de población de 675
habitantes en el año 1857. Actualmente residen 12 personas, según nos relató la
señora que atiende el bar que ha vuelto de Barcelona a residir en el lugar.
La población se sitúa a 811 metros de
altitud y se llega desde el desvío que se toma a un kilómetro de Bordón por un camino
asfaltado (puede ponerse cualquier otro nombre) en penoso estado de
conservación.
Como el Alcalde de Castellote es don
Ramón Millán, quien ocupa el cargo desde el año 1999 hasta la actualidad 2019,
es decir 20 machacantes años (uno tras otro) con la “disculpa” de que en estos
últimos cuatro años ha sido, también, PRESIDENTE DE LA DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE
TERUEL… (a 1/09/2019 ya ha cesado en el cargo, ahora es Rando el que preside la provincia) pues, verán ustedes… desconoce la situación de Luco de Bordón… ¡Pobre!
Tan atareado ha estado en intentar salvar la provincia de Teruel (Plan 113) que, cómo se iba a acordar de estas minucias, de
esas doce almas, huérfanas de comunicación.
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Iglesia parroquial de San Juan Bautista, que no pudimos ver.
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Ermita del Calvario que se hunde por momentos
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Hay unos impresionantes cipreses en el Vía Crucis que conduce a la ermita del Calvario y que están abandonados a su suerte. Los peirones del Vía Crucis están desaparecidos.
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