EL CASTILLO DE CUTANDA
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Visitamos el municipio el día, 18 de
febrero de 2018. Nada más aparcar el coche, iniciamos la subida al castillo por
una empinada cuesta que se llama, calle Subida del Castillo, pero
inmediatamente una mujer nos advirtió: “No podrán entrar… el castillo
está vallado”. Así es. Las ruinas, de lo que en apariencia fue una soberbia construcción, amenaza a las casas del pueblo y a la carretera que pasa lamiendo la loma y, por
tal circunstancia, las autoridades han puesto remedio, mediante un perímetro
vallado.
Cristóbal Guitart Aparicio nos señala
que: “El castillo de Cutanda se reduce, desde sus destrucción durante las
guerras carlistas, a un muro de unos 12 metros de longitud y 2 de espesor,
cubierto por piedras sillares y en cuya cara interna hay vestigios de una bóveda
de crucería. Se sitúa sobre un otero inmediato al caserío y existía durante la
época musulmana, ya que se registró allí una sonada victoria de Alfonso I el
Batallador en 1120, siendo después gobernado por tenentes: Ato Orella (1128),
Eneco Fortunones (1135), Cajal (1138) y Lope Sanz, señor de Belchite. Durante
siglos fue Cutanda un señorío de la Mitra de Zaragoza, que habilitó el castillo
para cárcel y depósito de cobro. De su pasada grandeza puede dar una idea el
haber contenido una capilla y las noticias sobre obras diversas, pudiendo
sugerirse que sería parecido al también castillo episcopal de Albalate del
Arzobispo.”
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La fachada norte conserva dos lienzos de piedra sillar.
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